Perdida en el tiempo las primeras lecciones de cómo construir una noticia, respondiendo desde el inicio a cinco preguntas, hoy las redes sociales se llenan de acontecimientos con una narrativa diferente, que subvierten aquellas añejas indicaciones claves.
“La mesa está servida”, decimos los cubanos cuando están dadas todas las condiciones para ejecutar una misión, encargo, proyecto o propósito, en cualquier ámbito. En este caso la expresión la empleo en un asunto tan serio como los desafíos para el periodismo cubano actual.Ya escribí, con poca difusión, que no basta con reconocer esfuerzos y […]
Aún sin cumplir el primer año como corresponsal de Prensa Latina en la República Democrática Alemana, una llamada matutina de un funcionario de la cancillería de ese país a mi oficina en Berlín me puso en guardia: “José, ¿sabes algo de una visita muy importante mañana?”
Era ya un hombre con nombre en el periodismo cubano y latinoamericano cuando lo conocí, en 1993, alejado él de los intensos trajines cotidianos de profesional agudo y dirigente gremial, incluso a nivel continental.
Callado y concentrado en su labor. Sabio en su oficio y seguro en lo que hacía y en las razones que lo animaban. Útil, decisivo y anónimo su quehacer cotidiano que implicaba, visiblemente, tener siempre sus dedos manchados por la química empleada en el revelado de unas grandes placas fotosensibles que procesaba, luego de recibirlas en un minúsculo cubículo.
El fue el encargado de mostrar con un pie de foto que me identificaba, (y el tabloide Mella el soporte periodístico) a aquel muchachón de 16 años que encestaba una canasta en un partido de baloncesto del campeonato del Plan de Becas, camino a lo que serían los Primeros Juegos Escolares.
Su sencillez era tan proverbial como su capacidad de recordar pasajes de la historia no muy escrita de esa época neocolonizada con la que dio al traste la Revolución en Cuba.
De niño, Julio Verne fue mi primer autor preferido, desplazando los comics de aventuras que por entonces pululaban en los estanquillos y eran mis lecturas extra docentes predilectas. Luego vendrían muchos otros escritores de ciencia-ficción, incluyendo Ray Bradbury y su El hombre ilustrado e Issac Asimov y sus tres leyes de la robótica y los imperios intergalácticos.
Ante los volúmenes inconmensurables de información, opiniones y análisis, de toda índole y en todos los campos, que atiborran toda clase de medios y plataformas se hace cada vez más imprescindible, vital, la realización de un periodismo inteligente para que la verdad se abra paso en la tan enmarañada y gigantesca red que tejen los poderes mediáticos hegemónicos.
Por estos días de inicios de junio recuerdo que hace ahora 54 años se gestaba una decisión que resultó trascendental para mi vida, definitoria de lo que sería para siempre: el ingreso al periodismo a través de Prensa Latina, lo que oficialmente ocurrió el 13 de ese mes de 1969, tres días antes del décimo […]