Desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, el mandatario argentino, Javier Milei, ha estado replicando idénticas medidas tomadas por el magnate norteamericano, convirtiéndose prácticamente en su «clon», olvidando quizás el refrán: «el que imita fracasa» y otro que dice: «segundas partes nunca fueron buenas».
Claro que esa clonación no es por características genéticas, como es el verdadero significado de la palabra, pero sí por el deseo de congraciarse con el presidente número 47 de Estados Unidos (EE.UU.), siendo el primer dirigente extranjero en reunirse con él, tras su victoria y proclamar que: «Gracias a ello hoy el mundo es mucho mejor porque soplan vientos de libertad muchísimo más fuertes».
Copia al carbón de Trump
El ocupante de la Casa Rosada ha estado adoptando disposiciones en el plano internacional que siguen los pasos a las firmadas por Trump en esa área. Por ejemplo, a tono con la política agresiva de Washington hacia Cuba, Milei destituyó de su cargo a la canciller Diana Mondino, por el voto favorable argentino contra el bloqueo a la isla en la última Asamblea General de Naciones Unidas, y retiró a Argentina de la Organización Mundial de la Salud, basado «en profundas diferencias de gestión sanitaria, en especial durante la pandemia», igual que hizo su colega de la Casa Blanca.
También emitió su voto negativo y en solitario a distintas resoluciones de la ONU, sobre los derechos indígenas; el repudio a la violencia digital contra las mujeres y las niñas. «Bajo esta Administración no hay lugar para gastos superfluos con el dinero de los contribuyentes», argumentó el mandatario para defender los despidos en el antiguo Ministerio de Mujeres, que se suman a las casi 30 mil bajas de empleados de empresas y organismos públicos, con lo cual «Milei acelera el desguace del Estado argentino», opinó el periodista Mar Centenera, en un comentario publicado en el diario El País.
Milei enfrentó una ola de protestas por sus ataques al feminismo y la comunidad LGBTI, con declaraciones vinculando a la homosexualidad con el abuso infantil, que tuvieron como respuesta la llamada «Marcha federal del orgullo antifascista y antirracista», en Buenos Aires, en claro alineamiento con el rubio Trump, quien ha adoptado una política homofóbica contra la comunidad gay eliminando programas de diversidad, equidad e inclusión de su antecesor Joseph Biden.
Entre sus primeros decretos, el magnate norteamericano dictó la salida de EE.UU. del Acuerdo Climático de París, la segunda vez que se retira de ese tratado. Ahora Milei sacó a su país de la Cumbre del clima COP 29
en Bakú, Azerbaiyán, con el argumento de que «las políticas que culpan al ser humano del cambio climático son falsas, y buscan recaudar fondos para financiar vagos socialistas».
Cacerolazo frente al congreso
El primero de marzo último, al hablar ante la Asamblea Legislativa, durante la inauguración del 143° período de sesiones ordinarias del Congreso Nacional, Milei anunció su intención de sacar al país del Mercado Común del Sur (MERCOSUR), y en su lugar establecer un tratado de libre comercio con EE.UU., sin dudas, imitando la tendencia Trumpista, de romper con las normas y alianzas internacionales, y tratar de desarticular los bloques regionales de cooperación y solidaridad.
El mandatario fue recibido a su llegada al órgano legislativo, con una acalorada manifestación popular y un ruidoso cacerolazo, con airadas consignas en rechazo a su gestión, mientras en el interior del hemiciclo, lo esperaba una fría acogida dada la ausencia de muchos legisladores y de gobernadores invitados al acto, según medios de prensa unaasistencia mucho menor a esa ceremonia, en comparación con presidentes anteriores.
El «Manual Milei»
En su discurso ante los parlamentarios, luego de autoproclamar que el suyo es «el mejor gobierno de la historia» del país sudamericano, el jefe de la Casa Rosada, también adelantó su propósito de lograr un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y advirtió que, si no logra el apoyo de los congresistas en este aspecto, «eso no detendrá el proceso de cambio que el pueblo argentino nos encomendó. Lo vamos a hacer solos, lo vamos a hacer a nuestra manera, pero tarde o temprano lo vamos a hacer», lo que sin lugar a dudas es una amenaza de gobernar por decreto.
En una crítica contra el programa económico de Milei, la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, puso en duda el «equilibrio fiscal» que el gobierno exhibe como logro, al asegurar que se sostiene sobre un «desequilibrio social» con recortes financieros a sectores vulnerables, como jubilados, provincias, universitarios, la educación y la salud pública. «En una muestra de crueldad extrema, subrayó, también hiciste un ajuste inhumano sobre las personas con discapacidad, esos que tu gobierno define como idiotas, imbéciles y débiles mentales»
Por su parte, expertos consideran que el enfoque del mandatario sobre el gasto público, su plan de austeridad radical para eliminar el déficit, su llamado «programa motosierra», basado en el «anarco-capitalismo», no es de interés para la Casa Blanca. Sin embargo, el periodista Joseph Addington, afirmó en la revista The American Conservative, que Trump adopta el «manual Milei» en su segundo mandato, con reorganizaciones drásticas y control sobre el aparato estatal, para transformar el funcionamiento interno del gobierno federal de EE.UU.
Para igualarse a su homólogo de Washington, el colérico mandatario bonaerense, también quiso tener su criptomoneda $LIBRA, sólo que a él no le resultó tan bien como a su doble, quien incrementó aún más su fortuna. De acuerdo con una denuncia penal presentada en Argentina, Milei habría integrado una «asociación ilícita» que estafó a más de 40 000 personas con pérdidas por más de cuatro mil millones de dólares.
Los argentinos tienen que saber «si tienen un presidente al que le pasa una estafa por delante de las narices y no se da cuenta, o si tienen a un presidente estafador», expresaron un grupo de diputados y abogados que ya presentaron el pedido de juicio político contra el mandatario, por lo que llaman «Megaestafa» y «Criptoestafa».
La expresidenta Fernández se sumó a las críticas contra Milei, luego de su discurso en el Congreso, al afirmar que el mandatario pasó de «rockstar mundial» a «estafador global» rodeado de «coimeros (que reciben sobornos) locales» tras el escándalo por la criptomoneda $LIBRA.
Milei está repartiendo culpas a otros y no asume la responsabilidad de sus actos. Al decir del escritor Claudio Katz, integrante de Economistas de Izquierda, “la criptomoneda $LIBRA existió porque Milei la bautizó. Sin el nombre de Milei esto no hubiera existido».
En cuanto a un posible juicio político, Katz dijo a la televisora TELESUR, que «EE.UU. tiene en Milei un payaso en el patio trasero que le copia todo». «Todos los poderosos de Argentina están esperando órdenes de Washington y están viendo si este le baja o no le baja el pulgar a Milei, y afirmó que solo la movilización popular impedirá que «lo salven». «Como siempre fue en Argentina, puntualizó, las cosas se logran con la gente en la calle».