5ta Edición

2da Temporada

Latinoamérica 2024, Intentos golpistas «Made in USA»

El año 2024, a punto de terminar, ha dejado más de lo mismo en cuanto a intentos golpistas en Latinoamérica, una región con un amplio historial de golpes de estado que instauraron cruentas dictaduras militares, causantes de una ola de terror y crímenes, cumpliendo un guión «Made in USA».

Bolivia, Colombia, Guatemala, Haití, Honduras y Venezuela, vivieron este año esas tentativas enmascaradas de distintas formas (parlamentaria, mediática, divisionista), pero todos con el mismo objetivo: sustituir a los gobernantes elegidos democráticamente y dar al traste con sus programas de beneficio social para los pueblos de esta parte del mundo.

Varios países latinoamericanos ingresaron al siglo XXI gobernados por partidos políticos y líderes que simpatizaban con ideas progresistas y de izquierda, fenómeno denominado «Marea Rosa».

Y es en esta etapa que apareció el término de «golpe de Estado blando, golpe suave o golpe encubierto», aplicado a un conjunto de técnicas conspirativas no frontales y principalmente no violentas, con el fin de desestabilizar un gobierno y causar su caída, sin que parezca consecuencia de la acción de otro poder, expresión que ha sido atribuida al politólogo estadounidense Gene Sharp, a quien se le relaciona con la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de su país.

Esos actos han provocado un proceso de cambio político en Latinoamérica, cuyos alcances y consecuencias aún no están bien definidos. En ese panorama, se observa que la izquierda ha perdido terreno después de una década de hegemonía, de acuerdo con expertos.

Al respecto, el periodista Carlos Echazú Cortéz, en un artículo publicado en el periódico digital Rebelión, titulado ¨¿Qué le sucede a la izquierda latinoamericana?¨, plantea que lo ocurrido en América Latina en los últimos tiempos, «es un guion que la derecha continental repite aquí y allá, en cuanto tiene la oportunidad de hacerlo».

Ese mismo juego estaban implementandolo Corina Machado y Edmundo Gonzáles en las últimas elecciones en Venezuela, para desconocer la victoria del presidente Nicolás Maduro, e impulsar un golpe de Estado para derrocarlo. El secretario de Estado de Estados Unidos (EE.UU.), Antony Blinken, se apuró en expresar «serias preocupaciones de que el resultado anunciado no refleje la voluntad o los votos del pueblo venezolano».

Echazú Cortéz también citó el ejemplo de «la traición de Lenin Moreno contra el presidente Rafael Correa», en Ecuador. «Las similitudes son tales, señaló, que parecen sospechosamente extraídas de un mismo guión. ¿Acaso no es cierto que Lenin Moreno coadyuvó en la proscripción de Correa? ¿Cómo no recordar las últimas elecciones en Brasil, agregó, en las que el exmandatario ultraderechista Jair Bolsonaro, al verse perdido ya antes de los comicios anunciaba un supuesto fraude en su contra, y que una vez consumada su derrota, impulsó un intento de golpe en el que sus seguidores llegaron incluso a tomar el Palacio de Planalto en Brasilia?.

«Sorprendió muchísimo que Lula no haya advertido que ese mismo juego estabanimplementando Corina Machado y Edmundo Gonzáles en las últimas elecciones en Venezuela, para desconocer la victoria de Nicolás Maduro e impulsar un golpe de Estado para derrocarlo», por fortuna, un movimiento fallido.  Echazú Cortéz, criticó en su escrito la actitud de Lula al exigir a Maduro «que mostrara las papeletas electorales, haciéndole el juego a la derecha que ponía en duda, y todavía lo hace, la victoria electoral del presidente chavista y posteriormente vetara el ingreso de Venezuela a los BRICS», lo que el periodistay analista político argentino Atilio Borón, llamó «un veto suicida».

Ese ha sido, puntualizó, un guión que ha seguido la derecha en varios lugares, con exactamente el mismo patrón. El ejemplo más representativo de esa estrategia fue el golpe de la derecha en Bolivia, pretextando un fraude electoral, que encumbró a la autoproclamada Jeannine Añez al poder, en 2019.

Por su parte, el secretario ejecutivo de La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los pueblos (ALBA-TCP), Jorge Arreaza, señaló que, a lo largo de este año, América Latina y el Caribe «han sido escenario de innumerables intentos de desestabilización, a través de ataques continuos a la institucionalidad de varios países y amenazas directas en contra de dirigentes populares y líderes políticos, democráticamente electos». Observemos, entonces, cómo se han expresado en distintos países las intentonas de golpe que, en algunos casos, no son tan blandos.  

Venezuela: El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aseguró que en su país hay unintento de «golpe de Estado» luego de las elecciones del 28 de julio pasado en las que el Consejo Nacional Electoral (CNE), lo declaró ganador con el 51 % de los votos. En una ceremonia en la que fue proclamado oficialmente por el CNE como presidente electo, Maduro acusó a los opositores y a la ultraderecha en el exterior de intentar desestabilizar al país.

El bloque de oposición que postuló a Edmundo González, tras la inhabilitación de María Corina Machado por las autoridades venezolanas, denunció irregularidades del CNE y defendió que el triunfo era para su candidato. Maduro precisó que «No es la primera vez que enfrentamos lo que hoy estamos enfrentando. Se está intentando imponer en Venezuela un golpe de Estado, nuevamente. De carácter fascista y contrarrevolucionario» esclareció,al señalar que hay unos «primeros pasos» para tratar de crear inestabilidad en la nación.

«Los mismos países que hoy cuestionan el proceso electoral venezolano, la misma ultraderecha fascista, fueron los que quisieron tratar de imponer pueblo de Venezuela, por encima de la Constitución, a un presidente espurio, utilizando la institucionalidad del país», añadió, respecto a la autoproclamación como presidente encargado del asambleísta Juan Guaidó en 2019 y ahora la figura de González. «Una especie de Guaidó 2.0», resaltó Maduro.

Bolivia: «Es el país con más intentos de golpe de Estado» desde 1950», publicó en untitular la cadena británica BBC, en relación con los sucesos del 26 de junio de este año, cuando un grupo de militares irrumpieron en la sede de gobierno, ubicada en la Plaza Murillo, con el interés de derrocar al presidente Luis Arce y tomar el poder.

La fracasada ejecución fue encabezada por el entonces comandante general del ejército boliviano, Juan José Zúñiga Macías, quien había dicho anteriormente que «Evo Morales no puede ser más presidente de este país y que llegado el caso no permitiría que pisotee la Constitución» Al mismo tiempo, Zúñiga denunció que «Arce quiso hacer un autogolpe».

Analistas consideran muy posible que en el futuro se den otras situaciones similares, que quizás triunfen si no se toman las medidas del caso y, si no se fortalece y se cuida la unidad del Movimiento al Socialismo (MAS), el partido de gobierno.

Para el historiador y analista Robert Brockmann, «la crisis económica es real, mientras no haya dólares y combustibles, eso no va a parar», advirtió mientras el presidente Arce niega la existencia de esa situación y acusa a Morales y a la derecha de estar detrás de los problemas que vive el país, con el fin de buscar un acortamiento de su mandato y que el expresidente pueda postularse de nuevo al cargo.

A la vez, el secretario político del Movimiento al Socialismo (MAS), Oscar Álvarez, reveló que «No sabemos a ciencia cierta qué está pasando. Nosotros consideramos a (Luis) Arce Catacora traidor al MAS y a la patria, porque ha decidido gobernar, a través de decretos y resoluciones judiciales, de un órgano que se autoprorrogó». «Es un conjunto de cosas complejas», expresó, y «culpó de la fractura» del MAS al mandatario boliviano». 

Lo real es que este conflicto interno solo beneficia a la derecha golpista.

Colombia: En septiembre último, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, denunció laejecución de maniobras para sacarlo del poder. Petro hizo esas declaraciones, después de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) anunciara que presentará cargos contra el mandatario, por la presunta financiación irregular de su campaña presidencial.

«El Consejo Nacional Electoral (CNE), un organismo administrativo infiltrado por los mismos politiqueros que han gobernado durante décadas nuestro país, ha formulado cargos en mi contra. Esto viola claramente nuestra Constitución y mi fuero. Lo ocurrido pone en peligro la institucionalidad que represento», afirmó Petro.

Al desmentir los cargos formulados por el CNE, afirmó que estos «son infundados, y si mis garantías hubieran sido respetadas, la ciudadanía sabría que mi actuar no sólo fue totalmente honrado, sino que estoy enfrentando a una autoridad administrativa capturada por la oposición, que busca a toda costa poner en duda mi integridad.  

Guatemala: Guatemala vivió en 2024 reminiscencias de la crisis política surgida en 2023,alrededor de los comicios generales que dieron la victoria a Gustavo Bernardo Arévalo de León, del partido «Semilla», cuyos resultados buscaron anular varios funcionarios, en lo que fue considerado un intento de golpe de estado.

En abril de este año varios diputados guatemaltecos denunciaron a tres fiscales del Ministerio Público implicados en el suceso por supuestas violaciones a la Constitución Nacional. El diputado Samuel Pérez, de la bancada «Semilla», partido de gobierno,encabezó a los congresistas que denunciaron ante el organismo judicial a los magistrados y aseguró que estos funcionarios actuaron como «golpistas» y «criminales», al intervenir en el proceso electoral del año pasado.  Por su parte, Arévalo los acusó de orquestar un golpe de Estado, para evitar que ascendiera a la presidencia el 14 de enero de 2024.

Versiones de prensa señalaron que durante 2023, el oficialismo buscó las mil y una formas de dejar fuera de la carrera electoral al «Movimiento Semilla», con varias acciones: suspensión del partido, el allanamiento a sus sedes, la impugnación del resultado en los comicios y hasta el no reconocimiento de la derrota por parte de la contrincante de Arévalo, la exprimera dama Sandra Torres.  

Haití: Oficiales armados, integrantes de un grupo ambiental, llamado Brigada para laSeguridad de Áreas Protegidas (conocido como B-SAP), en enero de este año intentaron invadir la oficina local de aduanas, y fueron enfrentados por unidades de la Policía Nacional de Haití, con gases lacrimógenos, según informó The New York Times digital en español.

El entonces primer ministro Ariel Henry despidió de inmediato al jefe de la agencia encargado de operar B-SAP y, en respuesta, los miembros del grupo, se lanzaron a las calles en Ouanaminthe, en el noreste de Haití, gritando consignas exigiendo el regreso de su líder y la salida de Henry.

Analistas han mostrado su preocupación, ya que ciertos líderes de B-SAP expresaron públicamente su lealtad a Guy Philippe, antiguo comandante de la policía y golpista, que recientemente regresó a Haití, después de cumplir una condena de seis años en una prisión federal estadounidense. Philippe encabezó el golpe de Estado de 2004 que derrocó al presidente Jean- Bertrand Aristide.

Aunque durante años estuvo en una lista de traficantes de droga buscados por EE.UU.,Philippe pudo vivir con total libertad en el sur de Haití y, desde su regreso recorre el país,en su mayor parte en manos de bandas paramilitares, en busca de apoyo para su «supuesta revolución». «Si fuera un golpe, sería un golpe legítimo, pero no pretendemos organizar ungolpe». «Nuestra intención no es tomar el poder por la fuerza», afirmó Philippe.

Haití vive actualmente una crisis en materia de seguridad dada la fortaleza de los grupos afines al narcotráfico que asesinan, violan, secuestran y ocupan las comunidades, en tanto una fuerza policial de Kenia trata de colaborar con las autoridades haitianas para tratar de devolver la paz a la nación caribeña envuelta en una crisis total. 

Casi 3000 agentes de policía –de unos 15 000 efectivos- han abandonado sus trabajos en los dos últimos años, según cifras oficiales. Naciones Unidas informó que más de 4700 personas fueron asesinadas en Haití en 2023, más del doble que en 2022 y hubo casi 2500 secuestros, al tiempo que más de 150 000 personas emigraron el año pasado a EE.UU.

Honduras: «Honduras, es el próximo país en la lista de posibles golpes de Estadoimpuestos por Estados Unidos» de acuerdo con el periódico digital estadounidense People´s World. La presidenta Xiomara Castro denunció en septiembre último un «golpe deEstado en curso», en medio de una polémica por su decisión de cancelar el tratado de extradición con EE.UU., de 114 años de antigüedad, que permitió el encarcelamiento de poderosos narcotraficantes.

La jefa de Estado puso fin al tratado con Washington y declaró que «la interferencia y el intervencionismo de los EE.UU. es intolerable» y denunció «la violación del derecho internacional» por parte de la nación norteña. «Golpe de Estado nunca más», enfatizó Castro en su discurso ante miles de simpatizantes de su Partido Libre y empleados públicos congregados frente a la Casa Presidencial en Tegucigalpa, después de que denunciara un intento de golpe a su gobierno, tras la divulgación de un vídeo de su cuñado Carlos Zelaya,quien renunció a su escaño como diputado y secretario del Parlamento hondureño.

Participación de Estados Unidos: Antes y ahora, los golpes de Estado en América Latina son fraguados en los EE.UU. y de ello hay pruebas concluyentes. Uno de los casos más significativos es el golpe militar contra el presidente constitucional Salvador Allende, en Chile, en 1973, bajo el mando del general traidor Augusto Pinochet.

Por archivos desclasificados de la CIA, se supo que Manuel Contreras, jefe de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) de Chile, dos años después fue invitado en 1975 al cuartel general de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de EE.UU. en Langley. Después de esa visita, Contreras apareció como «creador» de la llamada Operación Cóndor. El periodista e investigador Cristopher Hitchens señaló a Henry Kissinger, entonces Secretario de Estadonorteamericano, como ideólogo de dicho plan.

En 2007, la profesora estadounidense Patrice McSherry, de la Long Island University, mediante un documento secreto de la CIA, fechado en junio de 1976, confirmó el secuestro y tortura de refugiados chilenos y uruguayos en Buenos Aires. Esos planes surgieron en la década de 1960 en la Escuela de las Américas y las Conferencias de Ejércitos Americanos, mediante las cuales EE.UU. enseñó a los oficiales instruidos en ellas acciones «preventivas» (torturas) en la región, indicó.

«Decreto Noche y Niebla»: Se plantea que un antecedente directo de estas operaciones fue el «Decreto Noche y Niebla» de Adolf Hitler, que consistía en la aplicación de prácticas dedesaparición forzada de personas, incluyendo el asesinato de prisioneros de guerra, cuyos derechos estaban protegidos entonces por la Convención de Ginebra. El nombre de «Decreto Noche y Niebla» o «Nacht und Nebel» (en alemán), Nacht noche y Nebel, niebla, es decir, a escondidas, se conocía también como «Decreto NN», el cual fue declarado un acto de crimen de guerra por el Tribunal Internacional Militar de Núremberg.

Los prisioneros eran deportados de manera oculta, sin que se conservase testimonio o registro de los hechos y sus circunstancias, a campos de concentración específicos como el de Struthof-Natzweiler.

Los «Vuelos de la muerte»: Fue una forma de exterminio practicada por regímenes dictatoriales, como parte del Plan Cóndor, consistente en arrojar a personas vivas al mar, en pleno vuelo, aplicada en especial por la última dictadura cívico-militar en Argentina, entre1976 y 1983, autodenominada Proceso de Reorganización Nacional, cuando miles de ciudadanos fueron víctimas de esa acción terrorista.

Estos vuelos nombrados en código como «Traslado», conducían a grupos de secuestrados en centros clandestinos de detención, a distintas cárceles del país, inyectándoles pentotal sódico, como si fuera una vacuna, para luego ser llevados a bases aéreas militares en estado de somnolencia; les ponían una bolsa en la cabeza y eran arrojados al mar semidesnudos, desde aeronaves militares, con el fin de que las personas se ahogaran, fueran comidas poranimales marinos y dadas por desaparecidas. Como había una posibilidad de que los cuerpos regresaran a la costa, en algunos casos los «vuelos de la muerte» arrojaban a las personas a cráteres de volcanes.

Siempre la extrema derecha: Puede resumirse entonces, que en Latinoamérica los intentos de golpe de Estado y los golpes de Estado llegaron para quedarse, y que detrás de esas acciones conspiran los mismos de siempre: la extrema derecha, la oligarquía, las corporaciones, los militares y como un buen padrino EE.UU. autor de los planes para que en el área se sigan imponiendo sus intereses, e impedir que haya transformaciones sociales a partir de la presencia de gobiernos progresistas.

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