3ra Edición

2da Temporada

Escribir bien, antes, ahora y después.

Escribir bien

Aunque se habla de la mixtura de los géneros periodísticos –y a veces sucede de manera muy incorrecta en los medios- cada uno tiene sus características que deben ser dominadas a la perfección. Mientras no se domine la información nada podrá ser redactado de manera correcta.

El periodismo, como sabemos, tiene su propio lenguaje el cual, para desgracia de los medios, muchas veces no se domina.

Pasamos unas notas que les vendrán muy bien a los que se adentran en la profesión y recordar a los que llevamos más de 50 años tecleando.

Características esenciales del lenguaje periodístico

   Claridad. La claridad del mensaje se consigue únicamente con el empleo de un lenguaje que sea comprensible para todos, sin distinción de niveles de formación y culturales. Debe estar  construido mediante estructuras gramaticales simples (“sujeto, verbo, complemento”). El lenguaje periodístico en los medios audiovisuales puede ser imaginativo pero nunca complejo por lo que salvo excepciones, deben evitar las figuras retóricas y las estructuras gramaticales propias de la escritura literaria.

   Precisión. El lenguaje en los medios audiovisuales debe ser preciso a fin de expresar sólo lo que se pretende decir y no dar margen a interpretaciones erróneas. Los profesionales de la información de la radio de La Habana deben evitar, siempre que sea posible, expresiones vagas en materia de cantidad, tales como varios, algunos, etc.

   Brevedad. Las frases cortas y construidas de modo directo son las más eficaces para transmitir una idea. La construcción ocasional de oraciones subordinadas tiene como fin evitar la monotonía de un lenguaje demasiado lacónico.

   Verbos de acción. Los verbos que expresan acción atraen más la atención y, si están bien escogidos, expresan con más precisión lo que se quiere comunicar. Es conveniente evitar los verbos estáticos (ser, estar) si se puede expresar la misma idea con un verbo de movimiento.

   Informar en positivo. El mensaje resulta más claro si se construye en positivo. Siempre que sea posible, deben evitarse las frases negativas. Por idéntico motivo, se prefieren verbos en positivo como, por ejemplo, “rechazar” en lugar de “no admitir” o “prohibir” en lugar de “no autorizar”.

Estilo directo e indirecto

En el estilo directo se reproduce textualmente una frase de un protagonista. Se trata de un recurso que, tanto en radio como en televisión, debe utilizarse excepcionalmente, acorde con la trascendencia de lo dicho por el protagonista y, preferiblemente, precedido de una frase explicativa o justificativa en la que quede claro quién es el autor de la cita.

Si no existe una frase que anteceda a la cita, el espectador/oyente tenderá a atribuir al presentador o periodista la autoría de lo que está diciendo. Aunque es habitual escuchar una entradilla cuya primera frase es una cita, el recurso deja de serlo cuando se abusa de él:

Ejemplo de estilo directo: “Las nuevos precios de los aparcamientos son un engaño”, afirmó este jueves la Organización de Consumidores y Usuarios, una semana después de la entrada en vigor de las tarifas por minuto.

En cualquiera de los casos, podrá ser un recurso válido siempre que la cita y las frases anterior/posterior seas leídas/entonadas adecuadamente.

Es más común el uso del estilo indirecto, en la televisión y la radio, normalmente asociado a verbos como “decir”, “afirmar”, “añadir”, etc. Precisamente uno de los riesgos de este estilo es incurrir en el abuso de los verbos citados.

Otro peligro del estilo indirecto es no aclarar la autoría de una frase literal. En el siguiente ejemplo de estilo indirecto es probable que el espectador/oyente entienda que se trata de una frase literal pronunciada por el Presidente del Gobierno.

Ejemplo de estilo indirecto: El presidente del Gobierno ha dicho que el de la paz es “un camino que sólo puede iniciarse y recorrerse en la renuncia completa a la violencia”.

En la web, cuando se utiliza el estilo directo se reproduce textualmente lo ha que ha dicho una persona entre comillas. Hay tres formas diferentes de hacerlo. Ejemplo:

a)     Alguien ha dicho: “…”

El actor Luis Tosar afirmó tras recibir el Goya por Celda 211: “Yo, la mayor alegría de la noche ya me la he llevado hace un rato y ahora estoy un poco de bajón”.

b)   “…”, ha dicho alguien

“Yo la mayor alegría de la noche ya me la he llevado hace un rato y ahora estoy un poco de bajón”, ha afirmado el actor Luis Tosar tras recibir el Goya por Celda 211.

c)  “…” – ha dicho alguien – “…”.

“Yo la mayor alegría de la noche”  – ha dicho Luis Tosar tras recoger su Goya – “ya me la he llevado hace un rato y ahora estoy un poco de bajón”.

En el estilo indirecto, lo dicho por el protagonista se cuenta en una subordinada introducida por ‘que’. En este caso hay que tener en cuenta el cambio en los tiempos verbales y de determinados pronombres. En este ejemplo, algunas de las expresiones pueden ir entrecomilladas.

– Correcto: El actor Luis Tosar aseguró que la “mayor alegría de la noche” ya se la ha llevado hace un rato y que ahora está “un poco de bajón”.

– Incorrecto: Tras recibir el Goya por Celda 211, el actor Luis Tosar ha afirmado que “la mayor alegría de la noche ya me la he llevado hace un rato y ahora estoy un poco de bajón¨