En las conclusiones del XI Pleno del Comité Central (CC) del Partido Comunista de Cuba, su Primer Secretario, Miguel Diaz-Canel Bermúdez, reconoció que lo que el pueblo esperade sus dirigentes son acciones concretas e inmediatas que ayuden a superar la profunda crisis económica que tanto daño está haciendo.
Precisó que Cuba vive y resiste hace más de 60 años bajo condiciones de guerra, impuestas por la misma potencia que intenta rendir desde entonces al pueblo por hambre y necesidades. Esa línea de ataque la definió desde 1960 el Memorando Mallory y ha sido fielmente aplicada sucesivamente por 13 administraciones de Washington. Ahora sus poderosos medios de comunicación utilizan las redes sociales para sembrar desconfianza, disgusto, pretenden provocar rechazo al gobierno y la Revolución y justificar de esa manera una posible agresión directa con cualquier pretexto.
Frente a esta compleja realidad que vivimos, enfatizó Diaz-Canel, defender la unidad es la prioridad, porque la existencia misma de la Revolución depende de ella, pero aclaró, que la unidad requiere acciones que propicien la participación del pueblo y especialmente de los jóvenes en todos los procesos decisivos, que incluya la creación de amplios espacios de análisis y debate revolucionario que aporten ideas, soluciones, y medidas para enriquecer la difícil toma de decisiones.
Lo anterior implica un reconocimiento critico de muchas acciones que han provocado reacciones molestas en diversos sectores, como la más reciente de Etecsa, por aplicarse sin la consulta debida con los amplios sectores que iban a ser afectados por medidas que pretendían ajustarse a la crítica situación que vive el país, y que ahora buscan como perjudicar lo menos posible a la población.
“Estamos obligados, igualmente, a informar, educar y orientar mejor al pueblo sobre estas realidades de forma convincente, ecuánime y creativa”, dijo Diaz-Canel al referirse al peligroso escenario internacional “que plantea riesgos específicos para nuestro país”, y recalcó que “eso ocurre a la vista de todos, con la complicidad explícita de Estados Unidos y otros países de la OTAN, que repiten, sin cuestionarlos, los pretextos sionistas, mientras las Naciones Unidas exhiben la impotencia de su antidemocrática estructura”.
A continuación se refirió al “rol determinante la tan discutida comunicación política, institucional, social, asignatura pendiente que requiere más calidad, articulación, contundencia, claridad, coherencia y modos más atractivos al exponer, argumentar, informar, esclarecer y defender una medida necesaria, o al enfrentar la calumnia, la desidia y el odio que tanto abundan en las redes digitales y en el discurso colonizador, hegemónico, injerencista y sórdido de los voceros del imperio, de los neoliberales, de los neofascistas, de los mercenarios, de los sumisos y de los cobardes”.
Debemos esperar que esas orientaciones se cumplan por los directivos que, ignorando la Ley 162/2023 de Comunicación Social vigente desde el 4 de octubre de 2024, se niegan a dar informaciones a algunos medios sobre problemas que afectan a la población. En especial, cuando esas situaciones están vinculadas a ineficiencia empresarial, presuntos hechos delictivos, corrupción, burocracia, indolencia u otros males, que cuestionan su obligación de controlar los medios y recursos asignados por el Estado y la calidad de los servicios a la población.
La orientación es bien clara: “estamos obligados, igualmente, a informar, educar y orientar mejor al pueblo sobre estas realidades de forma convincente, ecuánime y creativa”.
Nos toca a nosotros ahora, los ejecutores de la comunicación política, institucional, y social, sacarla de ser “asignatura pendiente”, para lo cual la máxima dirección de nuestro Partido ha reiterado su apoyo y el mandato de “evaluar con agudeza los problemas ideológicos y reconocer a tiempo las carencias en el ejercicio de la comunicación política”,
Por supuesto, esto no corresponde únicamente a los medios de prensa y habrá que enfrentar cada día la batalla por decir la verdad, con argumentos y críticas a quien corresponda, como se orientó por el Departamento Ideológico del CC en el reciente X Pleno del Comité Nacional de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC).
Y es también un llamado urgente a “hacer todos los días una vindicación de Cuba. En las redes y en las calles, dondequiera que el odio o la ignorancia intenten denigrar, humillar, atacar a Cuba, nos toca salirle al paso a los odiadores y a los ignorantes”.
Hay en las redes sociales enemigos directos y otros que se ocultan detrás de memes “cómicos” para atacar la gestión gubernamental. De igual forma, hay colaboradores conscientes del enemigo imperialista y otros ingenuos que replican cualquier cosa, sin averiguar si es verdadera o falsa o quienes están detrás de cada campaña.
Tampoco es fácil encontrar respuestas fundamentadas a los problemas que afectan sensiblemente a la población, más allá de las conocidas consignas a la resistencia y culpar al bloqueo de errores y malas decisiones que corresponden a las entidades oficiales enmendar. Como bien se planteó es urgente un estricto control para utilizar eficientemente los pocos ingresos en divisas disponibles, y dedicarlos a recuperar, con iniciativas, tenacidad y el uso de la ciencia, los resultados históricos en la agricultura y la industria alimentaria, como la mayor prioridad.
Hace falta también información real, oportuna, comprobada para salirle al paso a las campañas enemigas desde que comienzan, con la información de medidas oficiales adoptadas, o penales si fuesen necesarias, contra quienes hacen ostentación de riquezas de origen desconocido o privilegios inmerecidos.
Apoyamos las conclusiones del Pleno partidista de que “nuestro pueblo demanda más acción y mayor información de la actuación contra el delito, las ilegalidades y la corrupción; rigor intransigente en los casos de corrupción, drogas, hechos violentos y vandálicos; activo enfrentamiento a las manifestaciones de favorecimiento, nepotismo, deshonestidad, individualismo, egoísmo, chapucería, desidia, despreocupación, descontrol, pillería y mentiras”.
Ya se ha dicho todo, y se insistió en el papel de los cuadros. Mantener los que han demostrado eficiencia, probidad y escuchan al pueblo y a sus trabajadores, y sustituir a los que no lo han hecho. El momento es ahora como se ha dicho, la urgencia en que vive el país así lo reclama, para salvar la Patria, la Revolución y el Socialismo.