El Nuevo Banco de Desarrollo (NDB), la principal estructura institucional creada por los BRICS, celebra este mes de julio su décimo aniversario con la ambición de consolidarse como una alternativa concreta al sistema financiero internacional heredado de la posguerra.
Los BRICS son un grupo de cinco de las mayores economías emergentes del mundo: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, cuyas iniciales conforman el acrónimo. Desde 2024 cuentan con nuevos miembros, por lo que ahora se denominan BRICS+.
En términos generales, es una asociación económica-comercial de las cinco economías nacionales emergentes que en la década de los 2000 presentaban un gran potencial de desarrollo. Actualmente son 10 los Estados miembros plenos.
En octubre de 2024, en la XVI Cumbre, en la ciudad de Kazán, Rusia, los BRICS crearon para el 1 de enero de 2025 la categoría de Estados miembros asociados. Estos países son estados observadores que no son oficialmente parte del bloque, pero reciben apoyo de los miembros de esa organización.
Cuba es país socio de los BRICS desde enero de 2025, luego de que, en la Cumbre de Kazán, celebrada en octubre de 2024, los países miembros de ese importante grupo político y económico aprobaran su inclusión junto a otras nueve naciones.
La organización reúne a las principales economías emergentes, que en conjunto representan alrededor del 49,5 % de la población mundial, alrededor del 40 % del Producto Interno Bruto (PIB) mundial, y alrededor del 26 % del comercio mundial. Se estima que para el 2050, al menos cuatro de sus miembros estarán entre las 10 principales economías del mundo.
Bajo el liderazgo de la ex presidenta brasileña Dilma Rousseau, del Partido de los Trabajadores (PT), el NDB busca consolidarse como una plataforma para el Sur Global que fomente la autonomía, la inclusión y la cooperación entre países.
“El Banco BRICS es quizás el mayor logro del BRICS económico y financiero desde sus inicios”, afirmó Antônio Freitas, subsecretario de Asuntos Internacionales del Ministerio de Hacienda de Brasil.
En una entrevista con Brasil de Fato, recordó que “el NBD se aprobó en la cumbre de Fortaleza de 2014, “bajo el liderazgo de la presidenta Dilma Rousseff”, quien actualmente dirige la institución.
Durante la inauguración de la décima reunión anual del NDB, celebrada este 4 de julio en Río de Janeiro, Dilma fue categórica: «Apenas estamos comenzando. En nuestra primera década, el NDB sentó las bases. En la próxima década, debemos consolidar nuestro liderazgo para un desarrollo equitativo, sostenible y autónomo en un mundo multipolar».
La presidenta abogó por que el banco actúe con audacia y relevancia política. «Nuestra fortaleza reside no sólo en el tamaño de nuestro balance, sino, sobre todo, en la legitimidad de nuestra misión y en la unidad de nuestros países miembros», afirmó.
Un banco creado para romper con el sistema de Bretton Woods
Inspirado por la insatisfacción histórica de los países periféricos con la gobernanza de las instituciones de Bretton Woods, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, el NBD fue lanzado con la propuesta de financiar el desarrollo de manera más justa.
“Al no lograr avances en la reforma de las instituciones financieras multilaterales, los países BRICS crearon su propio mecanismo”, declaró a Brasil de Fato Marta Fernández, coordinadora del Centro de Políticas del grupo, quien destacó que, a diferencia de los bancos tradicionales, el NBD se creó con una participación igualitaria entre los miembros fundadores y una estructura más horizontal.
Según ella, el banco también fue fruto de la acción de la sociedad civil. «Rebrip tuvo una participación activa en este proceso. El objetivo era precisamente proponer modelos alternativos de financiación», señaló, citando a la Red Brasileña para la integración de los Pueblos.
El economista Paulo Nogueira Batista Jr., quien ayudó a fundar el banco y fue su primer director brasileño, cree que la institución «tiene un gran potencial», pero aún está lejos de alcanzar su potencial. «Se suponía que el banco sería una alternativa al Banco Mundial. Pero ¿cómo puede ser un banco global con solo diez países miembros? El proceso de expansión avanza muy lentamente», afirmó.
Desde su fundación, el NBD ha aprobado 120 proyectos por un total de US$39.000 millones en financiamiento. Según el ministro de Hacienda, Fernando Haddad, estos fondos se han utilizado para modernizar más de 40.000 kilómetros de carreteras, construir 35.000 viviendas, implementar 293 kilómetros de sistemas ferroviarios urbanos y aumentar el suministro de agua potable en 250.000 m cúbicos diarios.
Durante el panel “Desafíos para financiar el desarrollo sostenible en el Sur Global”, Haddad afirmó que el banco ofrece soluciones acordes con las prioridades nacionales y respetando las particularidades de cada país. “Este modelo no solo es financieramente viable, sino que también genera impactos concretos y sostenibles”, afirmó. “Se traduce en escuelas más accesibles, comunidades más conectadas y ciudadanos que viven con mayor dignidad”.
A pesar del progreso, existen críticas sobre los efectos de los proyectos en las comunidades locales.
Marta Fernández señala que los proyectos de infraestructura verde, como los parques eólicos, han generado conflictos territoriales. «Los proyectos que requieren grandes extensiones de tierra han provocado expropiaciones en comunidades quilombolas», afirmó.
Según ella, el Centro de Políticas BRICS trabaja con una plataforma de monitoreo llamada Prime Hub, en colaboración con la agencia de calificación del banco con sede en Shanghái, para medir el impacto social de estas iniciativas.
El rol de Dilma y los desafíos para la próxima década
El mandato de Dilma Rousseff al frente del NDB, que comenzó en marzo de 2023 y debía terminar en julio de este año, fue prorrogado por cinco años más, por decisión unánime de los países miembros.
Su gestión es vista con entusiasmo por los representantes del gobierno brasileño. «Bajo su liderazgo, el banco ha alcanzado una nueva dimensión geopolítica e internacional», afirmó Haddad. Antonio Freitas afirmó que Brasil está «bastante satisfecho» con el papel del banco bajo su liderazgo.
Marco Fernandes, miembro del Consejo Popular de los BRICS, afirmó que Dilma ha restaurado la relevancia política de la institución. «En su primer año, recaudó alrededor de 8 mil millones de dólares en los mercados de capitales, el doble del promedio de años anteriores. Volvió a poner al banco en el debate público, o quizás nunca ha tenido tanta relevancia como ahora», declaró durante el último episodio del podcast O Estrangeiro.
Aun así, Fernandes advierte sobre las limitaciones estructurales. «Sin dinero, sin una base sólida, no hay manera de convertirse en este gran banco del Sur Global», afirmó. Para él, la única vía actual para recaudar fondos —a través del mercado financiero— es insuficiente para un banco que aspira a competir con el Banco Mundial. «Es imposible que estos cinco países juntos —China, India, Rusia, Brasil e Indonesia—, más los Emiratos Árabes Unidos, no puedan recaudar fondos cada año y aportar 50 000 millones de dólares».
Según él, si cuenta con una financiación adecuada, el NBD podría transformar la arquitectura crediticia internacional. «El NBD tendría la capacidad de competir con el Banco Mundial y abriría un abanico de posibilidades para el Sur Global, con financiación sin las condicionalidades del FMI, como la austeridad, las privatizaciones y los recortes en salud y educación».
El actual proceso de desdolarización, un tema recurrente en el discurso político de los BRICS, también fue minimizado por el exdirector del banco. «Los BRICS hablan mucho de desdolarización, pero nuestro banco sigue estando redominantemente dolarizado, tanto en activos como en pasivos. Esto tiene que cambiar», declaró Paulo Nogueira Batista Jr.
Marta Fernández añade que la búsqueda de transacciones en monedas locales también tiene un componente protector. «La congelación de las reservas rusas demostró que los países del Sur Global son vulnerables. De un día para otro, sus reservas pueden desaparecer. El uso de monedas locales no solo es una alternativa económica, sino una forma de hacer frente a esta hegemonía del dólar y protegerse de las sanciones y los aranceles como armas de guerra».
Ante este escenario, Dilma enfatizó que el NBD debe posicionarse como un espacio de diálogo, cooperación y objetivos comunes. Para ella, la próxima década debe estar marcada por la ambición y la transformación. «Que esta sea la década dorada de la institución. Juntos, con visión, coraje y determinación, seguiremos construyendo un futuro mejor para nuestros países, nuestra gente y las futuras generaciones».