Uno de los países más pequeños del mundo, casi perdido en el mapa mundial, es a la vez uno de los lugares más bellos del planeta: Tuvalu, un diminuto paraíso sobre las aguas del océano Pacífico, que pudiera desaparecer a consecuencia del cambio climático.
Conocido por su tamaño minúsculo, su belleza natural y sus desafíos ambientales Tuvalu tiene también una rica cultura y es uno de los destinos más exclusivos para el turismo internacional.
Se trata de una nación insular, compuesta por 4 arrecifes de coral y 5 atolones, con un área total de 26 km2, con vistas impresionantes, que lo convierten en un maravilloso lugar de descanso, alejado de la vorágine y el ruido de las grandes ciudades
Las islas de Tuvalu son atolones de coral, formados alrededor de un arrecife, lo que les da una abundante fauna marina, playas de arenas blancas y aguas cristalinas, brindando un espectáculo fascinante para los amantes del buceo, que se sumergen para explorar el fondo marino de estos ecosistemas.
El país está habitado desde comienzos del primer milenio A.C., cuando se trasladaron allí habitantes de Tonga y Samoa. Estas islas fueron descubiertas por los españoles en 1568, con la llegada de Álvaro de Mendaña y Neyra. En 1892, pasó a formar parte del protectorado británico de las Gilbert y Ellice (Micro-Polinesia británica), y se convirtió en colonia de la monarquía británica en 1915.
En el presente enfrenta desafíos debido al cambio climático. El aumento del nivel del mar amenaza con sumergir partes del país, localizado en el océano Pacífico, aproximadamente a 4000 km de Hawái y de Australia y sus países más cercanos son Kiribati Samoa y Fiyi.
Tiene una altitud máxima de 5 metros sobre el nivel del mar, siendo la segunda isla con esas características, sólo por detrás de Maldivas (2 metros sobre el nivel del mar). Su clima es tropical marítimo moderado por los vientos alisios del este de marzo a noviembre, los meses restantes con abundantes lluvias y la vegetación típica está compuesta de palmeras (cocoteros).
La erosión costera y la infiltración del agua salada están haciendo que muchas de sus islas sean inhabitables. Para 2050, se pronostica que el 50% de la capital, Funafuti, estará bajo el agua.
Según un estudio del equipo científico de cambio del nivel del mar de la National Aeronautics and Space Administration (Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio, NASA por sus siglas en inglés), naciones insulares del Pacífico como Tuvalu, Kiribati y Fiji experimentarán al menos 15 centímetros de aumento del nivel del mar en tan solo los próximos 30 años y vaticina que ese aumento se producirá con independencia de si las emisiones de gases de efecto invernadero cambian en el futuro.
Las autoridades de la isla han alertado sobre el peligro que enfrenta el país debido al cambio climático y piden responsabilidad a los países contaminantes y a la ONU, o sus habitantes tendrán que decidir urgentemente: acerca de mantener la monarquía constitucional o convertir a Tuvalu en una república, y sobre la conveniencia de trasladar a Nueva Zelanda a sus 11 mil 810 habitantes.
Ante esta situación urgente, Tuvalu se está duplicando, está creando un país gemelo virtual ante la posible desaparición de su territorio; está recreando digitalmente desde sus casas hasta sus árboles, mientras sus pobladores se esfuerzan por salvar lo que pueden y esperan que esta réplica digital preserve la belleza y la cultura de la nación, así como los derechos legales de sus ciudadanos para las generaciones futuras.