5ta Edición

2da Temporada

Causas de la tragedia siria y sus posibles consecuencias

El pasado 27 de noviembre una coalición de opositores al gobierno sirio de  Bashar Al Asad, armados con tanques y drones, inició una ofensiva y sin necesidad de combatir, se adueñaron de Alepo, la segunda ciudad en importancia del país, luego de Homs y finalmente el 8 de diciembre entraron en Damasco.

Ya en la capital toman el poder, arrían la bandera de Siria y ponen en su lugar la de 1932, un legado de la metrópoli francesa, terminando así 54 años en el poder de los Asad, que se inició en 1976 con un golpe de estado realizado por Hafez Al Asad padre de Bashar.

El ejército sirio de 200 a 250 mil soldados, que se había probado en 11 años de lucha no combatió contra una fuerza de solo 25 mil combatientes. Los generales sirios no ofrecieron ninguna resistencia, como tampoco el Partido Baaz y las instituciones, ni siquiera los cristianos que enfrentan un incierto destino. 

En medio de esta ofensiva, el presidente Bachar Al Asad no informa, ni hace una intervención pública y en secreto viaja a Rusia. El Gobierno de ese país le concede asilo a él y su familia. 

Analistas informan que la inteligencia rusa fue sorprendida por el avance vertiginoso sin combatir de la insurgencia. El primer día participó con su aviación, luego se replegó al igual que Irán. Hay observadores que indican que Rusia actuó de manera prudente. Involucrarse conllevaría usar enormes recursos que forzosamente necesita para su guerra en Ucrania. Y por otra parte era muy difícil ayudar a Asad. 

Recientemente se conoció que, en Doha, capital de Qatar, se habían reunido con el llamado formato de Astana: Rusia, Irán y Turquía, sin Siria, con la oposición armada para pedir el cese de hostilidades. 

Asad ante el avance de la insurgencia de los grupos terroristas y creyendo que no tenía otra opción, negoció para que su primer ministro se quedara en Damasco para hacer entrega del poder y de sus instituciones, y así evitar más derramamientos de sangre y la división del país.

Analicemos los hechos históricos previos. Al terminar la guerra en 2022 por iniciativa de Rusia se creó el Formato de Astana, en el que participaron Irán y Turquía, para acordar la congelación de la situación posbélica. En Idlib, provincia colindante con Turquía, se quedó el grupo pro turco Hayat Tahrir al Sham (HTS) y allí estaba otro grupo llamado Ejército Nacional Sirio, creado por Turquía que es anti kurdo. 

En el Este quedaron los grupos kurdos apoyados por Estados Unidos. No por casualidad es la zona rica en petróleo donde están las bases militares de Estados Unidos que le roban el combustible a Siria. Existen otros pequeños grupos más violentos como Isis dispersos por el territorio nacional.

Rusia desde aquel momento, trató de ayudar y según informaciones de prensa le propuso infructuosamente a Asad que dialogara con los grupos menos radicales, que descentralizara el poder en favor de autonomías regionales, que atendiera y fortaleciera el ejército sirio y aceptara tropas iraníes en su territorio. 

Analistas señalan que Asad, se dejó aconsejar de líderes de países árabes de la región que le prometieron apoyo, por lo que no aceptó las sugerencias de Rusia e Irán, desmovilizó a parte de su ejército y licenció a numerosos y capaces generales, lo que provocó que susfuerzas armadas se debilitaran. 

Irán había alertado a Asad que Israel, después del Líbano agrediría a Siria. Le informó de la concentración de tropas que se preparaban para atacar y le ofrecieron enviar tropas. Asad dando pruebas de su ingenuidad, se negó confiando en la ayuda de los países árabes.

Recordemos a Muamar Gadafi en Libia, cuando inocentemente tras pactar con Occidente entregó los misiles de su defensa aérea. Fue entonces que se le ocurrió proponer a la Organización de la Unidad Africana (OUA), la creación del dinar de oro, una moneda propia del continente. Creía que su ayuda a dirigentes europeos para ser elegidos en las elecciones le protegería, pero Occidente nunca perdona a quienes se le rebelan y por supuesto no podía permitir que el dólar y el euro tuvieran un competidor. 

Igual le había ocurrido a Sadam Husein en Iraq al tratar de desvincularse del dólar. Nada detuvo a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y Gadafi, fue derrocado y asesinado vilmente. Posteriormente Barack Obama e Hillary Clinton reconocieron públicamente la participación de Estados Unidos. 

Hay cándidos y también malos personajes de todos los matices que se congratulan con el derrocamiento de Asad, calificándolo como dictador y asesino. El asunto, no es de ninguna manera de democracia, libertad y derechos humanos. Una mirada al mundo y al Medio Oriente, nos muestran que hay muchos países aliados de Occidente que no tienen partidos y no realizan elecciones. El mejor ejemplo es el régimen sionista de Israel, apoyado por Estados Unidos, que desde 1948 ha aplicado una horrible política de apartheid en Palestina y ahora ejecuta un genocidio en Gaza. Los enemigos de Venezuela y Cuba entusiasmados por lo ocurrido en Siria claman por una intervención de Estados Unidos y ocultan que el imperio, con sus guerras en Irak, Afganistán y Libia solo deja atrás verdaderos infiernos y cementerios.

La coalición insurgente en Siria está formada por tres principales fuerzas: Una es el Organismo de Liberación de Levante (Hayat Tahrir al Sham), que nombraremos como HTSy es apoyada por Turquía. La HTS es la heredera de Al Nusra, que fuera la filial siria de Al Qaeda, y es conocido que cometieron innumerables y horrendos crímenes de guerra. 

Estados unidos había ofrecido 10 millones de dólares por la captura del creador de esta organización y su líder, Mohamed Al Julani, vivo o muerto. La ONU lo había calificado como grupo terrorista, pero ahora Naciones Unidas acaba de eliminar esto. 

Al Julani tiene 40 años, nació en el Golán sirio y Occidente ahora usa sus medios comunicacionales hegemónicos para blanquear su imagen e insisten en su pasmoso y rápido cambio a posiciones moderadas. Aunque ya se habla de ejecuciones sumarias y de que se implantará la sharía, ley religiosa islámica reguladora de todos los aspectos públicos y privados de la vida, y cuyo seguimiento se considera que conduce a la salvación. Hace unos días Julani se entrevistó con el ex primer ministro sirio y acordaron una transición pacífica de poder para mantener la unidad del país. 

La segunda organización de la coalición son las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) que radican en el norte de Siria, integradas por milicias kurdas que luchan por crear un estado independiente kurdo, y son armadas y sostenidos por Estados Unidos.  El tercer grupo es el Ejército Nacional Sirio (ENS), que fue la organización que inició las revueltas hace 11 años.  

El juego no ha terminado. La coalición de insurgentes, se puede romper en la lucha por el poder, y ya se reciben informaciones de combates entre las fuerzas de HTS contra las milicias kurdas de FDS.

Las causas de la derrota de Asad son muchas. En 1916, Reino Unido y Francia, por medio de un acuerdo secreto denominado Sykes-Picot definieron como serían los países de la región del Medio Oriente. Al concluir la Primera Guerra Mundial con la derrota y destrucción del imperio otomano, se repartieron el Medio Oriente. Unieron con mala fe y estimulando las contradicciones internas para su beneficio colonial, a pueblos con diferentes etnias, culturas étnicas, religiones e idiomas lo que sería la principal causa de que no se desarrollaran proyectos de unidad nacional. 

Es necesario ahora tener en cuenta los 11 años de guerra con cientos de miles de muertos y heridos, el bloqueo económico occidental, la guerra mediática contra el gobierno, la enorme crisis económica y la miseria de gran parte del pueblo, así como los trabajos de inteligencia de la CIA estadounidense, el Mossad israelí y el M16 británico, sin olvidar a Turquía, que ha sido un eje de la operación.

No se trata de un cambio de gobierno y sí de un cambio de régimen que tendrá un gran impacto en la geopolítica mundial y en la del Medio Oriente. En particular, Siria era el pivote árabe de la resistencia de los palestinos, de Hamás y de la Hezbolá libanesa. La ayuda de Irán pasaba por Siria. 

Los grandes perdedores de esta situación serán, en primer lugar Hamás con Gaza y Hezbolá y el Líbano, porque al caer el gobierno de Asad, Irán no podrá enviar su ayuda por tierra. En segundo lugar, Gaza, que ante la impasible mirada del mundo occidental es destruida cada día de una manera atroz y seguirá sufriendo impunemente este genocidio. En tercer lugar, Hezbolá, la otrora fuerza no estatal más poderosa del mundo, que al pecar por ingenuidades fue descabezada por el Mossad con la cruel operación de los bíperes explosivos y el asesinato de su líder histórico.

Otro perdedor es Irán. Sin la Siria aliada, queda debilitado y aislado. Pierde el espacio que había ido construyendo durante años en el mundo árabe. Ahora debe estrechar sus relaciones con Rusia, su principal aliado, con China y el BRICS. Prepararse muy bien, apoyarse en el pueblo y en fortificar su ejército para enfrentar la amenaza de la llegada al poder del nuevo presidente Donad Trump, en Estados Unidos, quien es un declarado enemigo del país. En su seno se debaten dos corrientes, una moderada que habla de hacer concesiones y buscar la paz y la otra que pretende la fabricación de armas nucleares defensivas.

Rusia, al intervenir en la guerra en apoyo al gobierno sirio en 2017, principalmente con su aviación militar, fue un factor decisivo en la derrota del Dáesh o Isis. El país eslavo le demostró al Sur Global ser una gran potencia. Estados Unidos tras varios años no lo había logrado. Ahora su imagen ante el mundo se verá debilitada, pero Rusia está inmersa en la guerra de Ucrania por salvar su existencia como país, porque sus verdaderos enemigos son Estados Unidos y la OTAN, y se supone que haya llegado a un acuerdo sobre la situación de sus dos bases navales en la costa mediterránea de Siria.

China, que ha mantenido una posición observadora, pierde la posibilidad de desarrollar la Ruta de la Seda que atravesaba Siria. Pero, basado en su enorme poder económico pronto se moverá hábilmente para fortalecer y establecer nuevas relaciones en la región.  

Turquía, como hacen siempre las potencias, siguió lo que considera son sus propios intereses y fue un eje de esta situación en la que están involucrados también Estados Unidos e Israel. Los sionistas bombardearon las rutas por donde podrían haber llegado las tropas iraníes para defender al gobierno de Asad. El principal problema para el presidente turco Recep Tayyip Erdogan son los 15 millones de kurdos (el 20 por ciento de su población) y su enfrentamiento con el Partido de los trabajadores del Kurdistán. El pueblo kurdo ha luchado contra los gobiernos turcos desde hace 200 años por la libertad y por crear su propio estado.

En el norte de Siria viven unos tres y medio millones de kurdos, que están emparentados con los kurdos de Turquía. Los turcos son un pueblo iraní musulmán, no árabe, ni turco, con 45 millones de personas sin un propio estado, repartidos por Turquía, Irak, Irán y Siria.

Los kurdos del norte de Siria, apoyados por Estados Unidos, intentan crear un estado kurdo. Esta es la zona donde se encuentran las instalaciones por medio de las cuales el ejército de Estados Unidos le roba el petróleo a Siria. El gobierno de Turquía no acepta la creación de un estado kurdo en Siria, por su influencia sobre los que viven en Turquía 

El gobierno turco informó que intentó conversar con Asad sobre diferentes temas como el de los kurdos y el regreso de cinco millones de sirios que migraron a Turquía, pero dicen que Asad no le respondió. Ahora Turquía tendrá que definir si está con Rusia y el BRICS o con Estados Unidos y la OTAN, los cuales una vez quisieron derrocarlo.

Estados Unidos al mando de la OTAN, con el auxilio de Israel, no cejara en su empeño por destruir a Irán, usando el pretexto del uso de la energía atómica, con el férreo bloqueo y las amenazas, los servicios de inteligencia y los medios hegemónicos para provocar sublevaciones en el seno de la sociedad iraní. Seguirán ahora con más fuerza en su eterno propósito de arruinar y fragmentar a Rusia de diferentes formas. Continuarán tratando de usar a Ucrania para dañar a Rusia, intentarán separar de Rusia a los cinco estados del centro de Asia, que fueron parte de la URSS; así como soliviantar a las repúblicas rusas delCáucaso de religión musulmana, como trataron de hacer infructuosamente con Chechenia.

Observadores internacionales señalan que Rusia está obligada a no dejarse engañar otra vez con un alto al fuego en Ucrania. Opinan que debe ganar la guerra lo más rápidamente posible e imponer sus exigencias de desnazificación de Ucrania y su no entrada en la OTAN, para salvaguardar su propia existencia. 

Y, finalmente, el principal objetivo de Estados Unidos es eliminar a China, que rivaliza por ser la primera potencia mundial. Continuarán con sus sanciones económicas, el apoyo militar a Taiwán, y en su empeño por extender la OTAN al Asia Pacifico, y tienen en la mira a Hong Kong, Sinkiang y al Tíbet.

El gran ganador en esta situación es Israel quien tiene el campo abierto para impunemente seguir con sus genocidios, y hasta puede intentar el conseguir normalizar de nuevo sus relaciones con los países árabes de la región. La Corte Penal Internacional dictó orden de detención contra el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu por presuntos delitos de crímenes de guerra en la Franja de Gaza, también está acusado por la justicia israelí por diversos delitos de corrupción. Como no puede ser juzgado mientras ocupe el cargo y como al parecer no lo perderá en medio de sus agresiones, mantiene a Israel cometiendo una agresión genocida contra el pueblo indefenso de Gaza y bombardeando al Líbano y a Siria.

Fallido su plan inicial de expulsar a sangre y fuego a los habitantes de Gaza hacia Egipto, por la negativa de este país a dejarlos entrar, Israel está en un callejón sin salida y huye hacia adelante. El país se sostiene solo por la ayuda del gobierno de Estados Unidos presidido por Joe Biden. Su economía retrocede aceleradamente, su población disminuye por la migración, no reciben inversiones, ni turismo. Es muy posible que sea recordado como el gobernante que destruyó a Israel.

En medio de la euforia sionista se oyen voces en Israel que insisten en el desatino de aprovechar la oportunidad para crear el Gran Israel, anexando partes de Siria, Líbano y Jordania.  

¿Podrá el Israel sionista con su absoluto desprecio y odio a los árabes, a los que algunos sionistas han calificado como animales, llevarse bien con los nuevos dueños del poder en Siria?, cuando realizó reciente e impunemente 480 bombardeos aéreos contra Siria, con el argumento de destruir toda la infraestructura militar para que no caigan en manos de los grupos yihadistas. Hasta ahora estos países no han reaccionado. Los grupos terroristas árabes generalmente sunitas, asesinan a los propios árabes, especialmente chiitas y a los cristianos, pero nunca atacan a Israel, el enemigo declarado de los árabes. 

En el Medio Oriente la situación es y será cambiante. No olvidar la experiencia de Al Qaeda, creado por Estados Unidos para enfrentar a los soviéticos en Afganistán, y la de Hamas, organizada por Israel en Gaza, para dividir y separar a los palestinos de Al Fatah,que luego se rebelaron contra sus creadores.

Al desatarse fuerzas sin control, el futuro del Medio Oriente se oscurece. El de Siria pareceser el de un infierno peor que el sufre Libia. Hay quienes auguran que podría ser fragmentada y desaparecer como nación.