Dejaría de ser honesto si no comenzara este articulo reconociendo lo mucho que me emocionó la claridad, valentía, vigencia, y convicciones basadas en irrefutables realidades del discurso del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en la Asamblea General de las Naciones Unidas el 26 de septiembre de 1960.
Han pasado 64 años de ese discurso de cuatro horas ante numerosos Jefes de Estado y Gobierno, que provocó prolongadas ovaciones del auditorio puesto de pie ante las palabras del líder revolucionario de un país pequeño cuya dimensión de estadista, vocero de los derechos del mundo subdesarrollado y de las causas progresistas creció y se consolidó hasta su muerte.
Desde esa fecha, como recalcó Fidel al final de su discurso que tuvo enorme repercusión internacional, la línea de la Revolución Cubana estaba clara y reafirmada por el voto popular en la Primera Declaración de La Habana. También fueron claras desde entonces sus directrices en la economía y la política nacional e internacional, “con sentido del momento histórico”, como reafirmara en su Concepto de Revolución el 1 de mayo de 2000.
Obviaremos por conocidas la realidad que debió enfrentar el Gobierno Revolucionario tras el triunfo del Ejército Rebelde del 1 de enero de 1959, pero citaremos algunos conceptos del dirigente cubano que habló en ese foro mundial tras sufrir en Nueva York “confinamiento a la Isla de Manhattan, consigna en todos los hoteles para que no se nos alquilasen habitaciones, hostilidad y, bajo el pretexto de la seguridad, el aislamiento”, y quien gracias al apoyo del líder afroamericano Malcom X recibió cálida acogida en el Hotel Theresa en el barrio negro de Harlem.
Vale solo recordar que en Cuba al triunfo de la Revolución “los servicios públicos, compañías eléctricas, compañías telefónicas, eran propiedades de monopolios norteamericanos. Una gran parte de la banca, una gran parte del comercio de importación, las refinerías de petróleo, la mayor parte de la producción azucarera, las mejores tierras de Cuba y las industrias más importantes en todos los órdenes, eran propiedades de compañías norteamericanas. Cuando el tirano Batista llegó al poder había 500 millones de dólares en la reserva nacional, buena suma para haberla invertido en el desarrollo industrial del país.
CUANDO LA REVOLUCIÓN LLEGA AL PODER QUEDABAN EN NUESTRAS RESERVAS 70 MILLONES
Cuando la Revolución llega al poder quedaban en nuestras reservas 70 millones…El país pobre y subdesarrollado del Caribe, que tenía 600 mil desempleados contribuyendo al desarrollo económico del país más industrializado del mundo. Esa fue la situación que encontramos nosotros y esto no es sino como una radiografía de diagnóstico general aplicable a la mayor parte de los países aquí representados”.
Fidel explicó las primeras leyes, la Reforma Agraria, las leyes contra los “trust” eléctricos, telefónicos, mineros, la United Fruit Company, la rebaja de los alquileres, la rebaja de la cuota de azúcar al vecino del Norte, los incesantes ataques de aviones procedentes de Miami y atentados terroristas, y aseguró que “Estados Unidos ha probado que las revoluciones no arruinan a los países y que ¡los gobiernos imperialistas sí son capaces de tratar de arruinar a los países!”,
“Solamente el interés egoísta puede estar en oposición al interés universal del intercambio comercial, que es una de las más viejas aspiraciones y necesidades de la humanidad”, dijo Fidel y proclamó que “no teníamos que pedirle permiso al Departamento de Estado para hacer un convenio comercial con la Unión Soviética, porque nosotros nos considerábamos, nos consideramos, y nos seguiremos considerando para siempre, un país verdaderamente libre”. Desde 1960, enfatizó, “se esgrimía el arma económica contra nuestra Revolución”.
Meses antes de la invasión mercenaria por Playa Girón organizada y financiada por el gobierno de Estados Unidos y tras más de 60 incursiones de aviones piratas, Fidel aclaró que “Cuba no era el primer país en peligro de ser agredido. En este hemisferio todo el mundo sabe que el gobierno de Estados Unidos siempre impuso su ley: la ley del más fuerte”, y citó los ejemplos del despojo de parte del territorio de México, la intervención y ocupación de Nicaragua por siete años, las intervenciones en Cuba, Haití, Republica Dominicana y Guatemala con el derrocamiento del gobierno legítimo de Jacobo Árbenz.”
En otro tema, subrayó “cuán terrible es la supeditación de la economía y de la vida en general de las naciones al poder económico del extranjero”, y aclaró que “los pueblos cuando están unidos, cuando defienden un derecho justo, pueden confiar en sus propias energías”.
“¿CÓMO PUEDE HABER SOLUCIÓN A LOS PROBLEMAS SOCIALES SIN UN PLAN DE DESARROLLO ECONÓMICO?
“¿Cómo puede haber solución a los problemas sociales sin un plan de desarrollo económico?” dijo al condenar supuestas ayudas de Estados Unidos a Latinoamérica que obviaban lo fundamental, “porque sin resolver el problema del desarrollo, no habrá jamás soluciones a los problemas sociales…El gobierno de Estados Unidos no puede proponer un plan de inversión pública, porque eso lo divorciaría de la razón de ser del gobierno de Estados Unidos, que son los monopolios norteamericanos”.
Sobre las relaciones con Washington aclaró que “el gobierno de Cuba siempre ha estado dispuesto a discutir sus problemas con el gobierno de Estados Unidos, pero el gobierno de Estados Unidos, no ha querido discutir sus problemas con Cuba”, y agregó que “no existen obstáculos de clase alguna que impidan la realización de esas negociaciones a través de cualquiera de los medios e instrumentos tradicionalmente adecuados a ese fin, sobre la base del respeto mutuo y recíproco beneficio con el gobierno y el pueblo de los Estados Unidos”.
Reiteró la denuncia de que “en virtud de la Enmienda Platt, impuesta por la fuerza a nuestro pueblo, el gobierno de Estados Unidos se arrogó el derecho de establecer bases navales en nuestro territorio. Derecho impuesto por la fuerza y mantenido por la fuerza. Una base naval en el territorio de cualquier país es motivo de justa preocupación, con las crisis que provoca el gobierno de Estados Unidos…una base allí en el corazón de nuestra isla que entraña para nosotros un peligro en el caso de cualquier contingencia bélica.”
¡Desnudó los preparativos de una autoagresión a la Base que “Estados Unidos tome como pretexto para tratar de justificar un ataque a nuestro país! Y esa preocupación por parte nuestra es cada vez mayor, debido a que es mayor la agresividad y son más alarmantes los síntomas”, tal como fue desmantelado luego por la Seguridad del Estado cubana.
TENEMOS QUE ESTAR ALERTAS CONTRA EL ENGAÑO Y CONTRA LA CONFUSIÓN
Adelantándose a las actuales modalidades de campañas mediáticas orquestadas por Estados Unidos, insistió en que “es preciso que esta Asamblea (General de la ONU) quede muy bien informada sobre los problemas de Cuba porque nosotros tenemos que estar alertas contra el engaño y contra la confusión”.
Y puso como ejemplo, “unas declaraciones del señor Kennedy (John F.) que son como para asombrar a cualquiera. Sobre Cuba dice: Debemos usar toda la fuerza de la OEA para impedir que Castro interfiera con otros gobiernos latinoamericanos, y devolver la libertad a Cuba”, y agregó, “Debemos dejar sentada nuestra intención de no permitir que la Unión Soviética convierta a Cuba en su base en el Caribe, y aplicar la doctrina de Monroe. ¡En plena mitad, o más de la mitad del siglo XX, este señor candidato (a la presidencia de Estados Unidos) hablando de la Doctrina Monroe! (de América para los americanos).
“Las fuerzas que luchan por la libertad en el exilio —préstese atención, para que luego comprendan por qué hay aviones que vuelan desde territorio norteamericano hacia Cuba; préstese atención a lo que dice este señor— y en las montañas de Cuba, deben ser sostenidas y ayudadas; y en otros países de América Latina debe mantenerse confinado el comunismo, sin permitirle que se expanda.” “Si Kennedy no fuera un millonario analfabeto e ignorante, acotó Fidel antes de saber que luego siendo presidente auspiciaría la invasión a Cuba por Playa Girón, debería comprender que no es posible hacer una revolución contra los campesinos en las montañas apoyados en los terratenientes, y que cuantas veces el imperialismo ha tratado de fomentar grupos contrarrevolucionarios, en el curso de pocos días las milicias campesinas los han puesto fuera de combate”.
EL CASO DE CUBA ES EL CASO DE TODOS LOS PUEBLOS SUBDESARROLLADOS
“Sin embargo, precisó luego, el caso de Cuba no es un caso aislado. El caso de Cuba es el caso de todos los pueblos subdesarrollados. El caso de Cuba es como el caso del Congo; como el caso de Egipto; como el caso de Argelia; como el caso de Irán occidental; como el caso de Panamá que quiere su canal; como el caso de Puerto Rico, al que le destruyen su espíritu nacional; como el caso de Honduras, que ve segregado un pedazo de su territorio; y, en fin, el caso de Cuba es el caso de todos los países subdesarrollados y colonizados”. “Los problemas que describíamos sobre Cuba pueden aplicarse perfectamente a toda la América Latina” y señaló que, “en interés de los pueblos de América Latina, nos sentimos en el deber de solidaridad de plantear que la ayuda debe ser sin supeditación a condiciones políticas. Inversiones públicas para el desarrollo económico, no para el “desarrollo social”, que es lo último que se ha inventado para ocultar la verdadera necesidad del desarrollo económico”.
¡DESAPAREZCA LA FILOSOFÍA DEL DESPOJO, Y HABRÁ DESAPARECIDO LA FILOSOFÍA DE LA GUERRA!
“¡Ah!, agrego Fidel, qué formidable sería nuestro mundo, hoy amenazado de cataclismos, si los delegados de todas las naciones pudieran decir igual: “¡Nuestro país no tiene ninguna colonia, ni tiene ninguna inversión en ningún país extranjero!” Para qué darle más vuelta a la cuestión. Este es el quid de la cosa, incluso, el quid de la paz y de la guerra, el quid de la carrera armamentista o del desarme. Las guerras, desde el principio de la humanidad, han surgido, fundamentalmente, por una razón: el deseo de unos de despojar a otros de sus riquezas. ¡Desaparezca la filosofía del despojo, y habrá desaparecido la filosofía de la guerra! ¡Desaparezcan las colonias, desaparezca la explotación de los países por los monopolios, y entonces la humanidad habrá alcanzado una verdadera etapa de progreso!”.
Y aclaró que “los imperialismos son todos iguales, y son todos aliados. Un país que explote a los pueblos de América Latina o de cualquier otra parte del mundo es aliado en la explotación de los demás pueblos del mundo”.
“La mano de los intereses colonialistas ha estado clara y evidente en el Congo” y agregó que “estamos al lado del pueblo argelino, como estamos al lado de los pueblos sometidos al coloniaje que quedan todavía en África, y al lado de los negros discriminados de la Unión Sudafricana y estamos al lado de los pueblos que desean ser libres, no solo políticamente, porque es fácil poner una bandera, un escudo, un himno y un color en el mapa, sino libres económicamente”.
“Nosotros queremos plantear aquí otro derecho, dijo Fidel, un derecho que ha sido proclamado por nuestro pueblo en reunión multitudinaria en días recientes: el derecho de los países subdesarrollados a nacionalizar sin indemnización los recursos naturales y las inversiones de los monopolios en sus respectivos países. Para que los países puedan ser verdaderamente libres en lo político, deben ser verdaderamente libres en lo económico, y entonces ayudarlos. Nos preguntarán por el valor de las inversiones y nosotros preguntamos por el valor de las ganancias, las ganancias que han estado extrayendo de los pueblos sometidos al coloniaje y subdesarrollados durante décadas cuando no, ¡durante siglos!”.
“Hay también una proposición del presidente de la delegación de Ghana, que nosotros deseamos apoyar. La proposición de que se libere al territorio africano de bases militares y por lo tanto de bases de armas nucleares; es decir, la proposición de liberar al África de los peligros de una guerra atómica”.
“Esa África que se yergue aquí con líderes como Kwame Nekruma y Sékou Touré, o esa África del mundo arábigo de Nasser, esa verdadera África, el continente oprimido, el continente explotado, el continente de donde surgieron millones de esclavos, esa África que tanto dolor lleva en su historia, con esa África tenemos un deber: preservarla del peligro de la destrucción, compensen en algo los demás pueblos, compensen en algo el occidente de lo mucho que ha hecho sufrir al África”, enfatizó Fidel, adelantando el apoyo que luego daría Cuba a la independencia de Angola, Namibia y erradicar el apartheid en África del Sur.
LA HISTORIA DEL MUNDO HA ENSEÑADO TRÁGICAMENTE QUE LAS CARRERAS ARMAMENTISTAS HAN CONDUCIDO SIEMPRE A LA GUERRA
“La historia del mundo ha enseñado trágicamente que las carreras armamentistas han conducido siempre a la guerra; pero, sin embargo, en ningún minuto como este la guerra significa una hecatombe tan grande para la humanidad y, por lo tanto, nunca la responsabilidad ha podido ser mayor. la humanidad no debe ser jamás llevada a una hecatombe por intereses egoístas y bastardos!, la humanidad, nuestros pueblos, no nosotros, han de ser preservados de esa hecatombe, para que todo lo que el conocimiento y la inteligencia humana han creado no sirva para la propia destrucción de la humanidad”, fustigo Fidel en la ONU.
HAY QUE DESENMASCARAR A LOS GUERRERISTAS Y A LOS MILITARISTAS, Y ESA ES TAREA DE LA OPINIÓN PÚBLICA
“¡Los guerreristas y los militaristas deben ser descubiertos y condenados por la opinión pública del mundo! Este es un problema que no le incumbe a minorías, le incumbe al mundo, y hay que desenmascarar a los guerreristas y a los militaristas, y esa es tarea de la opinión pública. Si nosotros los países subdesarrollados queremos tener una esperanza de progreso, queremos tener una esperanza de ver a nuestros pueblos disfrutando de un estándar de vida más alto, luchemos por la paz, y luchemos por el desarme, que con la quinta parte de lo que el mundo se gasta en armamentos se podía promover un desarrollo de todos los países subdesarrollados, con una tasa de crecimiento del 10% anual. ¡Con la quinta parte! Y podría elevarse, por supuesto, el estándar de vida de los países que gastan sus recursos en armamentos”, fundamentó Fidel.
Los colonialistas son enemigos del desarme. Hay que luchar con la opinión pública del mundo para imponerles el desarme.
“Los colonialistas son enemigos del desarme. Hay que luchar con la opinión pública del mundo para imponerles el desarme, como hay que imponerles, luchando con la opinión pública del mundo, el derecho de los pueblos a su liberación política y económica. Son enemigos del desarme los monopolios, porque además de que con las armas defienden a esos intereses, la carrera armamentista siempre ha sido un gran negocio para los monopolios. Como los cuervos, los monopolios se nutren de los cadáveres que nos traen las guerras. Y la guerra es un negocio. Hay que desenmascarar a los que negocian con la guerra”, dijo Fidel en el máximo foro.
“Queríamos hacer una consideración sobre el hecho de cómo surgen las Naciones Unidas. Surgen después de la lucha contra el fascismo, después que decenas de millones de hombres murieron. Y así, de aquella lucha que tantas vidas costó, surgió esta organización como una esperanza. Sin embargo, hay extraordinarias paradojas: cuando los soldados norteamericanos caían en Guam, o en Guadalcanal, o en Okinawa, o en una de las muchas islas de Asia, caían también en el territorio continental chino, luchando contra el mismo enemigo, esos mismos hombres a quienes se les niega el derecho a discutir su ingreso en las Naciones Unidas. Y China representa una cuarta parte del mundo. ¿Qué gobierno es la verdadera representación de ese pueblo, de ese pueblo que es el mayor del mundo? Sencillamente, el gobierno de la República popular China”.
“Estamos, en fin, concluyó Fidel en 1960, con todas las nobles aspiraciones de todos los pueblos. Esa es nuestra posición. Con todo lo justo estamos y estaremos siempre: contra el coloniaje, contra la explotación, contra los monopolios, contra el militarismo, contra la carrera armamentista, contra el juego a la guerra. Contra eso estaremos siempre. Esa será nuestra posición”.