A priori, ipso facto, in situ, vox populi, rara avis, statu quo, sine qua non, mea culpa, carpe diem… Hay una gran cantidad de expresiones latinas que han pasado a formar parte del español. Estas locuciones no siempre se usan adecuadamente, ya sea por no tener claro su significado o por escribirlas de forma incorrecta. Como muestra, este botón: Quid pro quo.

Quid pro quo. Expresión formada por el pronombre qui, la preposición pro y el ablativo quo. Se pronuncia kuíd-pro-kuó y en sentido literal significa «quid en lugar de quo», «algo a cambio de algo». Como se explica en el Diccionario panhispánico de dudas de la Real Academia Española (RAE), «se usa como locución nominal masculina con el sentido de “cosa que se recibe como compensación por la cesión de otra”.

Un ejemplo ilustrativo se da tras unas elecciones, cuando diferentes fuerzas políticas negocian un acuerdo de gobierno, teniendo que ceder unos y otros algunos puntos de sus programas hasta cerrar el pacto.

La frase también significa «error que consiste en tomar a una persona o cosa por otra». «El boticario se confundió al mezclar los ingredientes, un quid pro quo que pudo resultar fatal». Como ocurre con otras expresiones latinas, hay quien no escribe correctamente quid pro quo, Además, el plural es invariable: los quid pro quo.