Che “El comunismo es un fenómeno de conciencia y hay que desarrollar esa conciencia en el hombre”
Fidel: “Cambiar lo que sea necesario ser cambiado”
Lenin: “la seriedad de un Partido revolucionario se mide por la actitud ante sus propios errores”.
Cuba necesita con urgencia una estrategia para reanudar la Batalla de Ideas que iniciara el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, la que ahora, en un diferente y complejísimo escenario nacional y mundial, trataría de abarcar creativa e integralmente a todo el universo subjetivo cubano, en lo político, ideológico, educativo, cultural, patriótico, identitario, ético moral y sicológico.
Una estrategia, que no solo refuerce nuestras trincheras subjetivas, sino que también nos desafíe a reinventar continuamente, a revolucionar nuestra forma de trabajar, nos aliste, prepare y nos haga pasar resuelta y audazmente a la ofensiva.
Nuestro sistema socialista nos permite trabajar sobre la base de planificar estrategias y concentrar en pro de un objetivo todos los recursos políticos, económicos, educativos, sociales, científicos, jurídicos. El Presidente Miguel Díaz Canel, sabiamente usó este impar don del socialismo para enfrentar a la Covid19.
Es sabido que históricamente los instrumentos usados exitosamente por los Estados Unidos y sus aliados para dominar la conciencia de los pueblos, dividirlos y someterlos a su explotación fueron los periódicos, libros y revistas, luego llegaron la radio, los filmes y hasta los comics. Con la televisión vinieron los noticieros, los seriales y las telenovelas. A la par siempre han utilizado la música, el deporte y el entretenimiento con fines políticos e ideológicos.
Ahora, en medio del declive imperial, estas potencias en su peligrosa desesperación, con el objetivo de manipular las mentes de la población de todo el planeta y así mantener su hegemonía, agregan a su colosal poderío económico, mediático y técnico, el dominio de Internet, la inteligencia artificial (IA) y las redes sociales.
Poseen la hegemonía cultural-mediática y la enorme capacidad de crear estados de opinión mundiales. Con una hábil y articulada estrategia cautivan a la población con filmes y programas y series de TV ligeros, melodramáticos o de creciente violencia y crueldad. Crean productos tecnológicos de corta duración, “reality shows”, “pódcast” (serie de archivos multimedia digitales que un usuario puede descargar a un dispositivo personal) y “memes” (dibujos animados o videos hechos con IA que ridiculizan los valores familiares y éticos morales). Multiplican con sadismo las noticias de asesinatos y crímenes, con el propósito de provocar el miedo y destruir poco a poco nuestra confianza en el prójimo.
Con el uso de los habituales medios hegemónicos mundiales acoplados a Internet y las redes sociales, intentan con no pocos resultados, imponer una cultura trivial y ajena, sin nada de espiritualidad, para crear una sociedad con las mentes manejadas, analfabeta, idiotizada y apolítica, sin historia, identidades y tradiciones nacionales, a la par que incansables trabajan por formar clientes cautivados por la adicción a los móviles y al irracional consumismo.
Las redes sociales seducen a los niños, adolescentes y jóvenes del mundo, incluidos los de Cuba, quienes, fascinados por los móviles, no leen libros, periódicos y revistas no van al cine, ni ven la Tv. Cada vez pasan más horas operando sus móviles, muchos no pueden vivir sin llevarlos consigo y no pocos ya no juegan en jardines, parques o calles o practican deportes.
A la par es forzoso detener de manera urgente, el actual retroceso cultural, el del pensamiento racional y el de la conciencia revolucionaria, así como enfrentar el gradual quebranto de la socialización humana y las crecientes manifestaciones de individualismo egoísta, diferencias sociales, ostentación, marginalización, indisciplinas sociales y el aumento de la corrupción, los delitos y las ilegalidades.
No podemos permitir que la estrategia del gobierno capitalista de Estados Unidos y sus medios hegemónicos, lleguen a dominar la mente de los cubanos. Para triunfar en esta batalla que se desarrolla en el campo subjetivo los adolescentes jóvenes cubanos deben ser realmente sus protagonistas principales.
El sistema de educación, los medios de prensa y las organizaciones políticas y de masas tendrán un papel determinante en esta estrategia. A su vez, necesitamos revolucionar nuestro tan necesitado estudio de la teoría marxista leninista adaptándola a nuestras realidades. De igual modo para con el trabajo político e ideológico, elementos incuestionables para tener éxito en el proceso de edificación del socialismo, unido al papel de la familia, las normas de conducta y la educación formal.
Con el paso de los años muchos conceptos han perdido sus vitales esencias para convertirse en palabras vacías y formales, repetidas estérilmente hasta el cansancio en discursos en foros y eventos y por los medios de información. Concebimos que la estrategia de esta nueva Batalla de Ideas debe incorporar al pueblo y a los jóvenes revolucionarios en particular, y llamarlos a que dominen las calles por causas tan justas y humanas como las de Palestina.