Con el inicio este 20 de enero de 2025 de un segundo mandato, no consecutivo, de Donald Trump, se han encendido las alarmas en Latinoamérica, ante las amenazas del millonario republicano norteamericano de aplicar medidas drásticas en las relaciones bilaterales, el comercio, la política migratoria y la seguridad.
Frente a una nueva ronda Trumpista en Estados Unidos, surge también la pregunta respecto a Latinoamérica: ¿Qué le espera a la región, convertida en escenario de su disputa geopolítica con China?
Países como México, Venezuela, Cuba, Nicaragua, Brasil, Argentina, Colombia y El Salvador, se preparan para afrontar posibles repercusiones económicas y políticas, en esta segunda temporada de la serie «Trump en la Casa Blanca». Aunque en esa lista, las afectaciones a cada uno no siempre serán negativas para sus receptores, como se verá a continuación.
México
La presidenta Claudia Sheinbaum expresó su confianza en mantener una relación respetuosa y de cooperación con Estados Unidos, pese a que en días anteriores la toma de posesión de la primera mujer mandataria en la nación azteca, Trump amenazó a México y Canadá con elevar los aranceles a sus exportaciones.
Trump lanzó esa amenaza contra el Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), acompañada de ofensas a los migrantes mexicanos advirtiendo que «si no detienen esta avalancha de delincuentes y drogas que ingresan a nuestro país desde México», va a «imponer inmediatamente un arancel del 25 % a todo lo que envíen a Estados Unidos».
El cierre de fronteras y redadas, podrían afectar a México en lo político, opinó Martha Bárcena, exembajadora en Washington, aunque señaló que la relación entre ambos países es como un «matrimonio sin opción de divorcio con lazos históricos que perduran pese a las diferencias».
Venezuela
En su primer mandato (2017-2021) Trump impuso a Venezuela 900 sanciones, pero ahora el presidente Nicolás Maduro, considera que la segunda vuelta a la Casa Blanca del magnate republicano, será un nuevo comienzo, para una relación «ganar-ganar», entre los dos países, que no mantienen vínculos bilaterales oficiales desde 2019.
Medios de prensa recuerdan que Trump ya llamó «dictador» a Maduro y se preguntan qué pasará cuando este tome posesión para un nuevo mandato presidencial, luego de las elecciones del 28 de julio de 2024. ¿Será que Trump ignorará la decisión soberana del pueblo venezolano e intentará colocar en el poder al candidato opositor Edmundo González? Una especie de Guaidó 2.0, como lo llamó Maduro.
No obstante, antes de tomar cualquier nueva represalia contra Caracas, Trump también tendrá que tomar en cuenta, al parecer como hizo Biden al suavizar las sanciones, que Venezuela puede satisfacer las necesidades energéticas de Estados Unidos, especialmente cuando en la arena internacional se desarrollan las guerras de Ucrania-Rusia y Oriente Medio.
Cuba
Para el exembajador cubano en Estados Unidos, José Ramón Cabañas, «Cuba teme que un segundo mandato de Trump en la Casa Blanca suponga una nueva vuelta de tuerca en el régimen de sanciones de Washington contra la isla».
El diplomático señaló a la agencia noticiosa EFE, que para La Habana «no era trascendente qué candidato ganaba las elecciones, porque la política exterior de ambos era similar». «Cuba está «acostumbrada a navegar en aguas turbulentas», resaltó el diplomático.
En su primer mandato Trump aprobó más de 240 medidas contra la isla y la incluyó en la lista de países que patrocinan el terrorismo, lo que dificulta enormemente las operaciones financieras del Estado cubano en el exterior.
Nicaragua
En el caso de Nicaragua, la administración Trump podría promover nuevas sanciones económicas y explorar mecanismos para restringir los beneficios que recibe el país como miembro del Tratado de Libre Comercio entre República Dominicana, Centroamérica y Estados Unidos (DR-Cafta, por sus siglas en inglés).
Según Cynthia Arnson exdirectora del programa para América Latina del Wilson Center. «Van a intentar usar distintos tipos de herramientas para prevenir que Nicaragua siga beneficiándose del mercado de los Estados Unidos», entre otras medidas de presión sobre el gobierno del presidente Daniel Ortega.
Brasil
En términos económicos, Brasil se enfrenta a posibles desafíos, si Trump cumple sus promesas de elevar aranceles y adoptar políticas proteccionistas, y el cierre de fronteras a productos chinos por parte de Estados Unidos, como parte de su guerra económica con el gigante asiático, lo que podría reducir la demanda de materias primas brasileñas, afectando su principal mercado comercial, de acuerdo con estudios económicos.
Colombia
Para el gobierno de Gustavo Petro, en Colombia, las expectativas acerca del tratamiento que recibirá por parte de Trump, se centran en la colaboración antinarcóticos, tema esencial para Bogotá. Aunque pueden surgir diferencias, «es importante encontrar un lugar común» en el tema de la política de drogas, opinó el ministro de Relaciones Exteriores del país sudamericano, Luis Gilberto Murillo.
Los «amigos» de Trump
Aunque con El Salvador existen pronósticos de una deportación masiva de inmigrantes, pudiera darse una relación más amigable con Washington, mientras Bukele no haga «grandes proyectos de poca transparencia» con China, señaló Arnson del programa para América Latina del Wilson Center.
Respecto a Buenos Aires, uno de los primeros en felicitar a Trump fue el presidente argentino, Javier Milei, «el colega republicano de Trump», y le aseguró que «puede contar con Argentina para llevar a cabo su tarea», al parecer esperando que Estados Unidos loayude a pagar su abultada deuda pública, de acuerdo con Manuel Orozco, director del programa de migración, remesas y desarrollo de la organización Inter-American Dialogue.
Los «halcones» trumpistas
Desde antes de asumir su mandato, Trump ya había nombrado a sus halcones: el senador por Florida Marcos Rubio, como Secretario de Estado y Mauricio Claver-Carone, exayudante de la presidencia y director principal para Asuntos del Hemisferio Occidental durante el primer mandato de Trump, ahora nombrado enviado especial para América Latina. Ambas aves rapaces tienen como factor común, sus posturas de línea dura contra los gobiernos de izquierda en la región.
Tanto Rubio como Claver –Carone, se han destacado por mantener una férrea posición respecto a Cuba y su defensa a ultranza del bloqueo impuesto por Estados Unidos a la isla, desde hace más de seis décadas.
Trump vs China
Los distintos análisis acerca del futuro de América Latina en 2025, bajo una segunda «era Trump», coinciden en que esta región pudiera convertirse en el escenario principal de su disputa geopolítica con China, por la supremacía económica mundial.
Trump podría suspender o congelar la cooperación bilateral, por el tratamiento que se le da al gigante asiático, en Centroamérica. «La relación del área centroamericana y China venía en forma creciente y eso sí va a crear una razón para responderle a Nicaragua y Honduras, en particular, señaló Orozco, director del programa de Migración, Remesas y Desarrollo de «Diálogo Interamericano».
China es hoy el mercado más importante para las exportaciones de Brasil, Chile, Perú, Cuba, Uruguay, es el segundo más importante para Costa Rica y el tercero más importante para Argentina y Colombia.
Desde 2017 se ha agudizado el diferendo económico entre ambas naciones, luego de una escalada de sanciones de Washington a empresas y bienes chinos. A partir del primer mandato de Trump, la política exterior de contención estratégica hacia China alcanzó un mayor grado de confrontación.
Ya Xi Jinping le advirtió anteriormente al expresidente Joe Biden: «No se debe librar una nueva guerra fría. No se puede ganar». «Contener a China es imprudente, inaceptable y está destinado al fracaso».
Canal de Panamá
En sus ataques a la creciente influencia del Celeste imperio en América Latina, Trump llegó a plantear la posibilidad de apropiarse del Canal de Panamá, con el pretexto de los altos aranceles a las embarcaciones estadounidenses y también, en lo que parece ser el verdadero motivo de ese propósito, habló de la posibilidad de que el país asiático se adueñe de la vía comercial.
Promesas de Trump
Algunos estudiosos ven en la consigna de Trump: «Hacer a América más grande» una semejanza con la de la Doctrina Monroe: «América para los americanos», dados sus proyectos expansionistas en lo político, económico y hasta geográficos.
También se habla de reforzar los lazos bilaterales y no multilaterales, en clara oposición a los bloques regionales de cooperación; disminuir la influencia de Rusia y China en la región; reforzar una mayor presencia militar y derrotar los «anacrónicos y autoritarios» gobiernos de izquierda en América Latina.
Ahora, sólo toca esperar al desarrollo de los acontecimientos, para ver si se practica lo dicho por Trump, tras ganar las elecciones: «Promesas hechas, promesas cumplidas. Vamos a cumplir nuestras promesas».