LAS ENSEÑANZAS DE DIEN BIEN PHU Y MI RECORRIDO POR EL MAGREB
Dien Bien Phu

En 1973, partí hacia Argelia al cumplirse un año de la visita de Fidel a ese país del norte africano en representación de la Unión de Periodistas de Cuba y en 1983, fui nombrado corresponsal de Prensa Latina para Indochina. Nunca imaginé que estos dos momentos se enlazaran para describir hechos inéditos y desconocidos.

Viet Nam vivía momentos difíciles de guerra en la frontera norte y reconstrucción, mientras en Cambodia se hermanaba con ese pueblo para enfrentar al régimen de Pol Pot que estableció campos de extermino, donde fueron asesinados cientos de miles de personas. También había fechas victoriosas como el 30 aniversario de Dien Bien Phu, batalla iniciada un 13 de marzo de 1954 y que se prolongó por 55 días y sus noches. 

Tuve el privilegio de que el general vietnamita Vo Nguyen Giap, me brindara la única entrevista exclusiva a un periodista extranjero con motivo de la efeméride. De baja estatura, manos suaves y andar firme a sus 73 años, me había dado una lección de periodismo, al enviarme primero al lugar de los hechos, donde recibí valiosa información. Giap fue redactor del periódico de su preuniversitario y luego colaboró con la prensa clandestina.

“Nuestro plan inicial tenía proyectado aniquilar al enemigo en tres noches y dos días pero 24 horas antes cambiamos la táctica. Se dio la orden de retirada para aniquilar la fortaleza por secciones. Sabíamos que al final lo decisivo es el hombre y deciden la naturaleza y los objetivos de la guerra.

“Los franceses reclutaron en sus colonias de África a un gran número de efectivos y los llevaron a combatir en Indochina, pueblos que se habían rebelado contra la misma explotación colonial, pero obtuvieron una amarga experiencia”, refiere Giap.

Entre los africanos que fueron obligados a combatir en Dien Bien Phu cita a modo de ejemplo lo sucedido con un grupo de argelinos. “Algunos se pasaron a las filas vietnamitas, mientras otros, tras caer prisioneros, manifestaron gran simpatía por la causa revolucionaria de la nación asiática o se incorporaron a la lucha de liberación al regresar a su país”.

EL HABANO SALVADOR

Hechos inéditos y desconocidos sucederían al tomar el La Habana el avión de Aeroflot rumbo a Marruecos para seguir desde Casa Blanca a Argel. Al llegar al aeropuerto de Rabat, note un ambiente hostil hacia los tres pasajeros que descendimos del avión.

El interrogatorio de las autoridades de la aduana y el registro personal fue en extremo, lo que me hizo casi perder el autobús que me llevaría al hotel. Luego supe que era la primera vez que un avión soviético se le permitía dejar pasajeros de tránsito en la capital marroquí.

Tras instalarme, bajé al lobby y para mostrar mi nacionalidad, encendí un tabaco que pronto llamó la atención de algunos huéspedes, entre ellos un español de unos 50 años, quien confesó ser coronel de la legión extranjera. Enseguida le regalé tres excelentes puros como él los denomino.

Cenábamos juntos cuando se sintieron explosiones y el ulular de las sirenas de ambulancia y autos policiales. Al hotel ingresaron miembros de la inteligencia marroquí, quienes registraron habitaciones, incluida la mía, para luego interrogarme en árabe.

El oficial de la legión extranjera respondió casi todas las preguntas que me hicieron y concluyó: el señor estaba cenando conmigo. Antes de partir hacia Casa Blanca supe que grupos de militares habían realizado un atentado contra el rey Hassan II.

Una vez en la embajada de Cuba en Argel me explicaron el programa y Jimmy, agregado de cultura, dijo que, además de él, tendría un traductor y un chofer argelino para cumplir el mismo recorrido que hizo Fidel al país norafricano un año antes.

Con el primer contingente de médicos internacionalistas cubanos se inició la visita. Los inmunólogos informaron que las principales enfermedades que atendían eran las infecciosas y los casos ortopédicos y traumatólogos de centenares de mutilados de guerra. En tanto la preocupación del cocinero argelino era como lograba mantener el sabor cubano en el menú.

En el Palacio de Gobierno, el ideológico del Frente Nacional para la Liberación de Argelia (FNLA), expresó su admiración por la Revolución Cubana y la figura del Che y el apoyo brindado, antes y después, de la liberación del colonialismo francés. Hizo una síntesis de loque fue el cerco por varios meses para librar la batalla de Argel y me exhortó a visitar La Casbah.

EL SAHARA Y SUS MONTAÑAS

Partimos luego hacia Orán, segunda ciudad de importancia del país. Donde la resistencia armada desempeñó un papel importante. En el puerto, buques cisterna embarcaban gas hacia Europa y regresaban con agua potable, mientras el director de la instalación me mostraba fotos durante la visita del Fidel al lugar.

El desierto del Sahara cambia permanentemente su geografía por los vientos. En viaje hacia Constantina, apreciamos uno de sus puentes colgantes construido en 1912, de 165 metros de largo que cruza el río Rhummel, uno de los más altos del mundo con 175 metros, obra ingeniera que provocó la muerte cientos de argelinos por lo peligroso que resultó hacerlo.

En esa hermosa ciudad argelina cuando tomaba un refrigerio en el bulevar de un restaurante, escuché un altercado en su interior. Un extranjero era expulsado del lugar por el dueño, quien se acercó a nosotros al notar que hablaba español con el guía.

Al decirle mí nacionalidad su rostro cambió favorablemente y añadió señalando al extranjero expulsado: ese yanqui no puede poner sus botas sucias sobre la mesa. Le pregunté su nombre y negó con el dedo. Al insistir repitió, Hassan, Hassan, era un excomandante de la guerrilla de Les Aures.

Las montañas de Les Aures, escenario de grandes batallas durante la guerra de liberación, en la que se aplicó la táctica vietnamita de cerco a las fuerzas francesas, es una zona habitada fundamentalmente por bereberes.

Incluye Timgat, Patrimonio de la Humanidad y una muestra romana en África, con su arco de triunfo, las calles ordenadas por los puntos cardinales, acueducto, canales de aguasalbañales. banco, herrería, comercio, baños y prostíbulo, con sus señaléticas en piedra, además de viviendas con hermosos pisos de granito.

El anfiteatro es lo que más impresiona. Con capacidad para unas mil personas en forma de herradura y techo abierto, mantiene una acústica casi perfecta. La cuidad fue construida para fomentar lo que se llamó el granero romano con oficiales y soldados que cumplían castigos por indisciplinas militares, derrotas o conductas impropias. Una verdadera reliquia arquitectónica.

La Transahariana fue el último recorrido, carretera que uniría a los países del Magreb y que me dio la oportunidad para estar muy cerca de un Thuaré, con su rostro velado y capa negra, sobre un hermoso caballo blanco. Las mujeres de esa etnia no usan velo por ganar una guerra que habían perdido sus hombres.

Este hecho me hizo recordar las acertadas palabras de Giap cuando me dijo: La victoria de Dien Bien Phu, así como las de Cuba y Nicaragua, demuestran que cuando un pueblo se levanta a combatir por su independencia y la libertad, con una línea acertada, es capaz de vencer cualquier enemigo y hacerse dueño de su destino.

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