Ana de Kiev o Ana Yaroslavna, conocida como Ana de Rus’ (o Agnés en Francia) a lo largo de los años, y como Ana de Kiev desde finales del siglo XX, fue una hermosa princesas ucraniana, que llegó a convertirse en reina de Francia.
Yaroslav el Sabio, el famoso y poderoso rey de Rus de Kiev, tuvo tres hijas: Isabel, Anastasia y Ana. Las tres estaban destinadas a convertirse en reinas: se casaron con reyes y ascendieron a los tronos de diferentes países europeos.
Una de ellas, Ana, fue esposa del rey francés Enrique I. Bella e inteligente, introdujo muchos cambios positivos en la vida y la cultura de los franceses.
Ana pasó su infancia en una atmósfera de apogeo cultural en Kiev. Estudió en la Corte, donde aprendió a leer y escribir y se adentró en la Historia, Matemáticas y las Artes; hablaba con fluidez varios idiomas, incluyendo el eslavo antiguo, griego y latín. También dominaba la escritura cirílica derivada de la uncial griega, aumentada por letras del alfabeto glagolítico más antiguo.
¿CÓMO LLEGA ANA AL TRONO DE FRANCIA?
A mediados del siglo XI, Enrique I, rey de Francia, quedó viudo, tras la muerte de su segunda esposa, la reina Matilde de Frisia, por lo cual buscó una nueva pareja consorte.
Enrique había escuchado numerosas historias sobre la belleza, sabiduría e inteligencia de la joven princesa de Kiev y decidió casarse con Ana Yaroslavna. Esa sería la mejor opción, en especial teniendo en cuenta que todas las princesas de los países vecinos poseían relaciones de sangre con reyes, y que también la Iglesia estaba en contra de los matrimonios incestuosos.
La primera propuesta del monarca a la princesa de Kiev fue rechazada. El rey no quería darse por vencido, así que le propuso matrimonio de nuevo, y en 1048 finalmente recibió una respuesta positiva del padre de la joven. Ana viajó a Francia y Enrique la recibió con honores en la ciudad de Reims, en cuya catedral se celebró la ceremonia de la boda, en 1051.
UNA REINA ATERRORIZADA
La nueva reina aprendió con rapidez el francés y ganó gran popularidad entre el pueblo. Sin embargo, Anna estaba aterrorizada por las tradiciones y costumbres de la vida habitual de su nuevo país.
Lo primero que la sorprendió fue el hecho de que durante la boda, Enrique I dibujó una cruz en los documentos en lugar de una firma. El rey francés era analfabeto. En ese período de la historia, en Francia sólo los clérigos religiosos fueron educados y sabían leer y escribir. Además, no había ni una sola mujer alfabetizada en todo París.
La reina y su esposo tuvieron tres hijos y una hija: Felipe (1052-1108), quien sería rey de Francia como Felipe I de Francia; Roberto (1055-1060); Hugo (1057-1102), el Grande o Magnus, conde de Crépi. Hugo murió en las Cruzadas in Tarsus, Cilicia y Emma (1054/1055 -c.1109).
Se cree que fue la reina Ana de Kiev quien importó el nombre Felipe a occidente. Ella Ana revolucionó la corte francesa. Introdujo el uso de un tenedor en la mesa, pues antes de que llegara a París, la gente allí solía comer usando sus manos, incluso en la Corte del rey.
UNA PERSONA IMPORTANTE
La inteligente y educada reina se convirtió en una persona importante en la política. Impresionado por su sabiduría, el monarca Enrique I la hizo su cogobernante. Suscribió importantes documentos políticos junto con su marido. Fue un caso único para ese tiempo.
Además, Ana era la única mujer en Europa que había intercambiado cartas con el Papa Nicolás II, convirtiéndose en un importante referente para aquella época.
Entre las obras que apadrinó se cuentan la construcción del monasterio de San Vicente en Senlis en 1060; trajo de Ucrania a Francia el Evangeliario de Reims, famoso por ser el empleado en la ceremonia de consagración de los Reyes de Francia. Ana fue la primera reina alfabetizada y así lo atestiguan documentos de la época firmados como «Ana Reina».
La muerte de su esposo en 1060, cuando su hijo Felipe apenas tenía 7 años, la llevó a la regencia, siendo la primera mujer en ejercer este cargo en la corte francesa; su corregente fue el conde Balduino V de Flandes.
MUERTE DE ANA
En 1063 se casó con el conde Raúl III de Valois {1010/1015 – 1074), conde de Crépy, Vexin y Amiens. Raúl la raptó en 1062 del monasterio de San Vicente, donde ella quería tomar los hábitos después la muerte de su marido. Sus segundas nupcias encolerizaron a la sociedad, porque Raúl era un vasallo, pero el matrimonio fue feliz.
Cuando Raúl murió en 1074, Ana volvió a la corte a título de reina madre.
Después de 1075 se ignora su destino. Según algunas fuentes, murió alejada del poder el 5 de septiembre de 1075 y fue enterrada en la abadía de Villiers, La-Ferte- Alais, Essonne. Según otras, retornó a Kiev, donde vivía su padre. La hermosa princesa ucraniana murió en 1089.
Fuente: Artículos varios sobre Ana de Kiev o Ana Yaroslavna en distintas plataformas de Internet.