A fines del reciente mes de noviembre el periodismo cubano sufrió la perdida de dos de sus grandes figuras en el ejercicio de la profesión durante los años de Revolución: los colegas Pedro Martínez Pírez y Gabriel Molina Franchossi, ambos galardonados con el Premio Nacional de Periodismo José Martí.
Para todos los que tuvimos el privilegio de conocerlos y compartir con ellos momentos del ejercicio de nuestra profesión, resulta muy difícil escribir estas notas pues sabemos que siempre serán insuficientes para reflejar su obra, legado y presencia en las generaciones que ayudaron a formar y las que les sucedieron.
Ambos fueron más que periodistas, fueron dignos revolucionarios, categoría que incluye su servicio a la Patria en múltiples misiones, con honor, valentía y la ética que implicaba ser discípulos de nuestro máximo líder Fidel Castro Ruz, al cual acompañaron desde sus trincheras durante muchas décadas y entrevistaron en varias ocasiones.
Pedro Martínez Pírez fue un periodista, diplomático, legislador y profesor titular de la universidad de La Habana, que se destacó en su paso por el diario Juventud Rebelde, la Agencia Informativa Prensa Latina, la televisión y la radio, en cuya emisora internacional Radio Habana Cuba trabajo desde 1973 hasta su muerte a los 87 años.
La multifacética vida de este eterno joven, cuya vitalidad y alegría le caracterizaron siempre pese a su avanzada edad y padecimientos que le obligaron a operarse varias veces, comenzó muy joven en su natal Santa Clara con la lucha revolucionaria en el Movimiento 26 de Julio. En 1960 prestó servicio diplomático como Encargado de Negocios en Ecuador, donde su labor sembró la semilla que le haría años después Miembro de Honor de la Fundación Guayasamín con cuyo creador y Pintor de Iberoamérica, Oswaldo, mantuvo una gran amistad. De 1962 a 1964 cumplió misión diplomática en Chile, donde trabajó cerca de Salvador Allende y comenzaría a establecer su relación con la profesión periodística colaborando con el diario El Siglo de ese país, con los medios Mañana y Radio Cosmopolita de Ecuador y con la emisora de la que luego se convertiría en un emblema profesional, Radio Habana Cuba.
Fundó y dirigió la Revista OCLAE y firmó trabajos en diversos medios de prensa. Fue corresponsal de guerra en Angola, donde también trabajó como profesor de Periodismo y asesor del diario Jornal. Su impronta está también en el Parlamento Nacional y en 1973 se incorporó a la emisora Radio Habana Cuba, donde se le consideró siempre como un maestro, y de la cual fue redactor, reportero, guionista, conductor, jefe de redacción, director de información y subdirector general de política editorial por más de 35 años hasta su muerte el 28 de noviembre de 2024. Su alto reconocimiento le llevó también a formar parte del jurado del Premio de la revista Casa de las Américas, en el género testimonio.
Martínez Pírez fue inspirador e impulsor de la obra inaugurada en la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), dedicada al último periodista asesinado en Cuba por la dictadura de Batista, el ecuatoriano Carlos Bastidas Argüello, y confesó en una entrevista a Cubaperiodistas que el día más feliz de su vida, fue el 14 de marzo de 2017, cuando lohicieron Hijo Ilustre de su ciudad natal, Santa Clara, al pie del monumento al Che de José Delarra.
Por su patriotismo apasionado y fervoroso este Premio Nacional de Periodismo José Martí en 2005 y de la Radio, fue merecedor de la Réplica del Machete de Máximo Gómez y del reconocimiento Utilidad de la virtud, para quien el periodismo era como un sacerdocio, lo que confirmó con su accionar diario en su intensa vida.
Gabriel Molina Franchossi, Premio Nacional de Periodismo “José Martí” en el año 2000, fundador de Granma y Granma Internacional y dedicó su vida a la Revolución Cubana. Falleció el pasado 18 de noviembre en Francia a los 91 años, donde estaba desde la pandemia de Covid-19 sin poder regresar a Cuba por estar enfrentando graves enfermedades.
Los médicos que lo trataron, cuenta su esposa Anne Marie García, le reconocían como «un cubano de Fidel Castro», manera en que él se autodenominaba con orgullo.
Su padre fue reportero para una emisora radial y corrector de pruebas en el diario El País durante más de 25 años, pasión que heredó Gabriel, quien pese a querer desde niño dedicarse al deporte estudió luego Derecho, pero siempre estuvo ligado al periodismo cuya emoción profesional le corría por las venas.
Siendo aún estudiante editó un periódico revolucionario en la Escuela de Derecho, que tituló La Hoja, luego trabajaría en el Canal 13 de televisión, que era a color y solo de informaciones, y fue redactor en el Diario de la Marina. Militó en las filas del Directorio Revolucionario y las fuerzas de la represión batistiana lo detuvieron en varias ocasiones. Estuvo preso varias semanas a mediados de 1958, hasta que tuvo que salir al exilio en España. En el país ibérico trabajó como corresponsal de la revista Bohemia.
En febrero de 1959 regresa a Cuba y participa como editor en la fundación del periódico del Directorio Revolucionario, y ejerció igual responsabilidad en el periódico Hoy. El 16 de junio de ese propio año fue uno de los fundadores de la Agencia Latinoamericana de Noticias Prensa Latina, en la cual el Comandante Ernesto Che Guevara lo enviaría como corresponsal de guerra para Argelia, Guinea Bissau y el Medio Oriente, aunque comentó en tono jocoso que en la guerra de Angola y en particular la de Vietnam, le dieron “un palo periodístico, como me dijo Fidel el 31 de diciembre de 1965, pues unos días antes, Marta Rojas y Raúl Valdés Vivó se me adelantaron en hacer la petición para ir a la guerrilla en el sur de Vietnam”.
“Mi paso por Prensa Latina con Jorge Ricardo Masetti me enseñó a ser realmente objetivo manejando la información, aunque no imparcial”, precisó Molina, quien ocupó también en su vida el cargo de director de Radio Reloj, vicepresidente del Instituto Cubano de Radio y Televisión; y jefe de redacción de la revista Opina.
“El Periódico Granma fue centro y corazón de su obra. Conoció a Fidel Castro en la primera celebración del aniversario del Ataque al Palacio en marzo de 1959 y cubrió sus actividades para el periódico Hoy, el mismo órgano de prensa que se fusionaría con Revolución para dar origen, el 3 de octubre de 1965, al Granma, Órgano Oficial del Partido Comunista de Cuba”, precisa la reseña póstuma en ese diario. Hoy la edición internacional de Granma, a la que dedicaría gran parte de su carrera como editor jefe y periodista, circula en el mundo en seis idiomas.
En una entrevista a Cubaperiodistas Molina precisa que como profesional tuvo una oportunidad única: fue el encargado de reportar las audiencias del Congreso de los Estados Unidos cuando se analizaba la muerte del presidente norteamericano John F. Kennedy, y agregó, con especial emoción, que hizo muchas coberturas periodísticas de los recorridos de Fidel Castro a diferentes países del mundo.