Ya no puedo caminar, pero mi alma no se resiste a la inacción y las antorchas de Fidel por José Martí enardecieron mi conciencia de revolucionario cubano para quien derrotarse no es el camino.
No quiero que este nuevo aniversario, el 172 del natalicio del Apóstol culmine como un día más de la vida, porque todo se haya perdido, al contrario, lo he vivido desde mi postración como un nuevo aldabonazo a las conciencias cubanas para que no se duerman en las imposibilidades que a la nada conducen.
Esta es mi percepción a la marcha que los telediarios que pude ver de todo el país por televisión. Es mi interpretación del mensaje implícito y quiero proclamarlo, porque la Patria sufre, pero se levanta con ardor y decisión; lo percibí en cada joven que pude ver. La lucha es el camino que no espera. La lucha es el destino de nuestra geografía cercana al Imperio revuelto y brutal que nos desprecia. Martí y Fidel nos lo señalan.
Mientras veía por televisión la marcha de La Habana, una canción de mi época de joven se apoderó de mi conciencia con su estribillo Martí no debió de morir y pensé que Fidel tampoco. Absurdo quizás para algunos, pero para mí una realidad dura y pura. Entonces el fuego de las antorchas encendió mi conciencia y entendí su mensaje implícito: Es fuego para el alma, alimento para nunca rendirse y continuidad de por siempre en la lucha contra el Imperio Yanqui y nuestros propios errores.
Así lo pienso y así lo quiero expresar. No nos podemos detener en lo que tenemos que hacer y hacerlo con el fuego en el alma porque Mr. Trump no es invencible y el pueblo de Martí lo sabe hacer.
Aquel dicho popular que dice que no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista, ha sido lo que me vino a la mente con la noticia de Trump presidente y sus ORDENES EJECUTIVAS primeras.
Continuamos en una realidad muy compleja y ahora más crítica
En esencia, quiero expresar mi percepción que continuamos en una realidad muy compleja y ahora más crítica, pero que a los cubanos de hoy no nos cabe el asustarnos, sino luchar con todo lo que tenemos hasta vencer o morir. Así las cosas…
Nuestro gran desafío con el nuevo regreso de Trump tan agresivo como siempre y quizás más, es seguir en la senda de los mambises y de Fidel victoriosos embargados con el amor a la Patria que ellos pusieron en práctica y sin mirar para atrás para no convertirnos en estatuas de sal. No hay otra alternativa que luchar y luchar, No podemos descansar y mucho menos amilanarnos.
El Bastión 2024 que se realizó en todo el país es una respuesta con un mensaje claro y directo al Imperialismo yanqui, que en Cuba estamos dispuestos a luchar hasta el final y que no le tenemos miedo alguno. Allá en el mundo de hoy los que se asusten y se le subordinen siguiéndoles la rima como se dice popularmente: ¡Nosotros No…!!!
Mi alerta y mi interpretación es que los “tiros” de los imperialistas, vienen por la economía con las restricciones y prohibiciones que nos plantean para ahogarnos. Y, en eso nuestra respuesta ha de ser hacer todos los cambios que sean necesarios para fortalecernos más con la decisión de que la lucha con eficacia será lo decisivo. Hay que reestructurar lo que sea también necesario integralmente porque, con los viejos esquemas no podremos vencer a los desafíos multiplicados que de ahora en adelante irán creciendo cada vez más. Como lo dijo nuestro José Martí: Plan contra Plan; y el ejemplo por delante.
Ya no caben esperas para hacer todo lo que tenemos que hacer
Ya no caben esperas para hacer todo lo que tenemos que hacer sin temblarnos el pulso con la unidad de todos los cubanos de bien por delante. Con los oídos bien abiertos y los pies en el estribo.
Estamos en un momento en que hay que ir más allá de las consignas para actuar en consecuencia en la nueva situación anunciada muchas veces antes de que sucediera.
Trump de nuevo en el poder con un Marco Rubio de Secretario de Estado, un cubano que no es cubano ni de nacimiento ni de sentimientos, pero que se proclama como tal dentro del negocio que es ser anticubano en Miami; y que en una de sus primeras declaraciones en su nuevo e importante cargo nos acusa junto con Venezuela y Nicaragua de ser enemigos de la Humanidad.
Inconsecuencia y cinismo máximo en sus declaraciones que pasan por encima de todos los crímenes que su Imperio ha perpetrado contra la Humanidad. Qué vergüenza de un sinvergüenza. Así las cosas.
Pero quiero significar, que más allá de la calumnia que significan esas declaraciones, en mi opinión son el anuncio de la Guerra sin cuartel que nos espera durante los cuatro años del nuevo mandato “trumpista”; y que como se expresa en un dicho muy popular cubano, nos pone la caña a tres trozos.
Cuando la caña está a tres trozos hay que cortarla manual
Cuando la caña por su tamaño y grosor está a tres trozos, hay que hacer un mayor esfuerzo para cortarla manualmente; y eso significa que nuestro enfrentamiento con el acoso y la guerra “trumpista” va exigirnos mucho más para enfrentar el Bloqueo criminal y la guerra de cuarta generación intensificados por Mr. Trump en su segundo mandato en la Casa Blanca.
Así las cosas, como diría un popular colega y yo repito, es imprescindible un Plan contra el Plan del Imperio, no podemos detenernos en las consignas vacías que sustituyen a la acción.
Hay que reestructurar integralmente el sistema que no funciona y no remendarlo más porque ya el tiempo se terminó y no tenemos más tiempo para las improvisaciones.
Además, hay que recoger las basuras que nos ahogan en la Habana y en todo el país, porque en mi opinión se están convirtiendo en un símbolo de derrota que no podemos admitir. Los basurales además de la salud dañan a la esperanza y desmovilizan a la acción necesaria.
Otra cuestión muy importante es una acción intensificada contra las manifestaciones de mal trato a la población que en las complejas situaciones que enfrentamos, es como echarle leña al fuego. Contra el maltrato hay que ser drásticos y condenarlo con todo.
Oír con mayor intensidad al pueblo y hacer la eficacia una realidad concreta
El ejemplo por delante al estilo de Fidel, integralmente, en todo, de arriba abajo.
Oír con mayor intensidad al pueblo, perfeccionar los mecanismos que no funcionan porque el pueblo está hablando y los burócratas no lo oyen.
Revisar todo lo que se hace y plantea hacer, para eliminar toda manifestación de burocracia que de momento son muchas.
Hacer de la eficacia una realidad concreta a diario y no una excepción como por lo general se está manifestando en todo lo que se hace.
En mi opinión el enemigo nos está penetrando con sabotajes y errores encubiertos que hay que enfrentar con toda la fuerza con que siempre hemos actuado.
Hasta aquí mis principales preocupaciones y considero que hay muchas otras más que sería muy extenso mencionarlas. No las puedo silenciar porque me están corroyendo la existencia.
Así lo pienso y así lo expreso, con mis respetos para el pensamiento diferente y sin querer ofender a nadie en particular. Tras las huellas de Fidel siempre y sin otras alternativas de ningún tipo. Y así es mi arenga de viejo combatiente, con la consigna de Hasta la Victoria y Siempre Venceremos.