Amigos muy cercanos, me han exhortado repetidas veces a escribir un artículo en el que expusiéramos brevemente las ideas sobre un proyecto-estrategia para la transformación radical e integral de los municipios hasta 2030, el cual se encuentra en proceso final de elaboración. La tarea de resumir el proyecto en unas pocas cuartillas es difícil, por lo amplio del proyecto con sus 20 subtemas.
Nos enfrentamos a una gravísima e integral crisis económica a causa principalmente de los efectos de la pandemia, el recrudecimiento del bloqueo impuesto por el gobierno de los Estados Unidos, y por supuesto no podemos olvidar los errores propios. Cuba está empeñada en desarrollar la economía, para ello necesita sanar el desequilibrio macroeconómico, en el que tienen un papel determinante el déficit fiscal, la inflación, la desvaloración de la moneda cubana y el problema cambiario, la deuda externa y las marcadas insuficiencias de los sectores productivos y de servicios, que se expresa en la incapacidad de producir, exportar más bienes y el enorme costo de las importaciones para el país.
El proyecto de estrategia intenta responder al llamado de Fidel de “cambiar todo lo que sea necesario ser cambiado”. Abrazamos la concepción de que las ineludibles transformaciones, pueden comenzar desde los municipios. Estos son la incuestionable base del futuro desarrollo económico, social, cultural, político y científico. Es apremiante contar con municipios eficientes y autosustentables, capaces de elevar la producción agropecuaria e industrial y sus exportaciones, lo que tendría extraordinarios efectos económicos, sociales y políticos.
Pese a los enormes esfuerzos que hacen las autoridades nacionales por descentralizar y delegar importantes atribuciones a los territorios, es evidente que muchos de los gobiernos municipales no tienen las capacidades necesarias para aprovechar estos nuevos derechos y obligaciones, para enfrentar y solucionar los problemas y dificultades y desarrollar a sus comunidades. A las administraciones públicas a ese nivel, les sucede lo mismo. Esto es muy grave, porque la mayoría de las innumerables dificultades que sufre la población ocurren en los municipios. A esto se suma, que muchos de los directivos empresariales estatales, no poseen las competencias y condiciones indispensables para liderar la transformación de sus empresas.
Esta estrategia puede ser una alternativa efectiva para de manera planificada y progresiva, transformar radical e integralmente a los municipios del país, con el marcado propósito de no dejar a ningún territorio atrás. Se requiere dinamizar a corto, mediano y largo plazo el crecimiento con un tangible carácter integral y algo muy importante, usando diferentes vías elevar el nivel de vida y reducir las diferencias sociales y económicas en todos los municipios del país.
El proyecto pretende eliminar la inercia y el inmovilismo que padecen nuestros sectores productivos agropecuarios, agroindustriales e industriales en los municipios. Se trata de introducir conjuntamente con la ciencia, un espíritu nuevo, exaltar el valor del pensamiento creativo, la innovación y el emprendimiento, promover la conectividad y la cooperación entre los actores, activar la sana competividad, fomentar la honradez, la justicia social, la sensibilidad humana y la solidaridad y avivar el entusiasmo y la decisiva participación de la población.
Considero que es factible, aún con la presente escasez de divisas y falta de inversiones extrajeras, revolucionar y acrecentar de manera gradual la producción, la productividad, el comercio, las exportaciones y la sustitución de importaciones en los municipios.
La estrategia se sustentaría en activar el desarrollo innovador, recíproco y complementario municipal entre determinantes factores y sus formidables potencialidades: la Agricultura urbana y familiar, la Industria local y la Ciencia. Es necesario aprovechar con la participación de la ciencia, las considerables posibilidades no explotadas que ofrece la agricultura urbana y familiar, en interacción con las ahora subutilizadas o por explotar capacidades industriales del municipio. Incluye entre sus objetivos importantes vigorizar la Tarea Vida.
Pensamos que la única forma organizativa viable de realizar esta estrategia, para que rinda frutos en el menor tiempo posible, consiste en repetir y aplicar creativamente la singular experiencia del combate exitoso contra la Covid 19, adaptándola a la Estrategia de transformación radical e integral de los municipios hasta 2030. Por supuesto sin dejar de atender al resto de la agricultura del país.
La lucha contra la pandemia demostró un hábil manejo de la singular y excepcional cualidad propia del sistema social socialista, que permite unir como en un haz apretado y creativo a todas las fuerzas políticas, científicas, administrativas, económicas, culturales del país con el pueblo, para lograr con éxito cualquier objetivo por difícil que este sea. Proponemos adecuar la experiencia del enfrentamiento a la pandemia, a las singulares condiciones de la Agricultura urbana-familiar, las Industrias urbanas y la Ciencia, con las provincias y municipios que realicen el proceso.
Se aplicarían los mismos, novedosos y útiles métodos de trabajo que se usaron, específicamente los sistemáticos chequeos puntuales de cada semana o quincena, por medio de las teleconferencias-televisadas, con las autoridades de las provincias y municipios implicados en la estrategia. A la par por su importancia, debemos mantener los actuales programas de visitas a los territorios.
De aprobarse, este proyecto de inmediato involucraría a casi todos los organismos y organizaciones nacionales, las empresas, cooperativas y especialmente al pueblo y en unos pocos años se extendería por todos los municipios del país.
Necesitaríamos organizar un afanoso y eficiente Grupo Nacional de la Estrategia, para que,con probados profesionales y especialistas, elabore los programas, planifique, organice y guíe la transformación radical, integral y progresiva de los municipios hasta 2030 y más allá. Lo integrarían los Órganos de la Administración Central del Estado, entre ellos el de la ciencia, agricultura y Azcuba, los de economía, industrias, energía, educación, educación superior, comunicación, transporte, comercio interior, comercio exterior, justicia salud, Instituto de Recursos Hidráulicos… así como BioCubaFarma. Tendría adscrito un Comité de desarrollo de la ciencia. Proponemos incluir a la UJC y a las organizaciones de masas. De igual manera se crearían los Grupos Provinciales y Municipales.
El nuevo proyecto, se beneficiaría de una extraordinaria ventaja para iniciarse, ya que utilizaría como sustento a la experimentada dirección de la agricultura urbana y al actual, organizado y eficiente sistema nacional de la Agricultura urbana, suburbana y familiar, lo que permitiría acometer casi de inmediato el proyecto explotando su gran potencial y comenzar a trabajar en la conversión gradual de los municipios en científico-agro-industriales para la primera fase del 2030.
Se contempla como medida previa obligatoria, el fortalecer y organizar en cada municipio seleccionado, un gobierno verdaderamente eficiente con cuadros competentes, poseedores de autoridad, prestigio, liderazgo, creatividad, capacidades de organización y movilizativas, que les apasionen los retos para dirigir y ejecutar este complejo y vital proceso trasformativo en el territorio. De manera igual se robustecería a los organismos administrativos y a las organizaciones políticas y de masas del municipio. Al mismo tiempo debemos emplearnos a fondo para que este Gobierno, sea a la vez el ansiado gobierno municipal democrático-electrónico, acorde con el socialismo y la revolución digital. El proyecto incorporaría un subtema específico, para aquellos municipios de La Habana y de otras grandes ciudades, no vinculadas directamente a la agricultura urbana.
Otro aspecto determinante para alcanzar el éxito, sería el concentrar de manera temporal y puntual en los primeros municipios seleccionados en el país, todos los posibles recursos de cada provincia: financieros, materiales y humanos (este incluye, cuadros, administrativos, científicos, técnicos y especialistas en economía, contabilidad e informática, asesores jurídicos…).
El primer factor de la estrategia sería el de la agricultura urbana y familiar. El país dispone de 10 millones 400 mil hectáreas de tierras, de ellas unos seis millones 400 mil 755 son tierras agrícolas (58%) y 3,5 en la actividad forestal. La agricultura urbana y familiar labora en 2 millones de hectáreas agrícolas, las que se ubican con límites territoriales externos a 10 kilómetros de las ciudades o pueblos a los que abraza estrechamente. El proyecto propone convertirlas progresivamente en un hermoso jardín ecológico y sostenible, altamente productivo que contribuya con enorme fuerza a alcanzar la Soberanía Alimentaria Municipal.
De acuerdo con la información del diario Granma, hasta noviembre de 2022 la Agricultura urbana, suburbana y familiar produjo un millón 210 mil 733 toneladas de hortalizas y condimentos y 725 toneladas de plantas medicinales. Cuenta con 300 mil trabajadores y tiene vínculos con siete mil comunidades. Además, atiende a un millón 117 mil patios y parcelas familiares. Su principal base productiva es la modalidad de organopónicos, la que abarca 12 649 hectáreas sembradas de manera permanente con hortalizas y condimentos y cuenta con subprogramas de apoyo como los de semillas, abonos orgánicos y manejo agroecológico de plagas.
Como claramente se aprecia por los datos expuestos antes, es inmensa la potencialidad de la agricultura urbana y familiar si pudiera satisfacer sus innumerables necesidades materiales, financieras y tecnológicas de todo tipo. Se sugiere convertiría con auxilio de la ciencia, en una especie de mercado cautivo, pero a la vez interactivo con las vecinas industrias municipales, que responderían con sus producciones para colaborar en la multiplicación de la producción y la productividad agropecuaria y familiar para ganar la Soberanía Alimentaria.
Sin permitir excepciones, se exigirá retirarle la tierra a los usufructuarios incumplidores y la obligación de poner en uso eficiente y sostenible todas las áreas cultivables de la agricultura urbana en el municipio. Una premisa debe quedar clara: las tierras del proyecto que ahora abarca dos millones de hectáreas, se irían ampliando y extendiendo sin límites en la medida en que sea necesario y los resultados sean positivos. En el caso de los municipios cabeceras, dadas sus mayores posibilidades desde sus inicios se deben ampliar los límites de los 10 kilómetros. Hay dos temas en el programa que deben ser tratados jerárquicamente y son los de fomentar todas las fuentes energéticas renovables y el del agua y la extensión del riego.
Como el programa no afecta, sino complementa a los numerosos planes de la agricultura en el resto del país, se planearía impulsar con mayor fuerza la ampliación, extensión y desarrollo en las actuales áreas de la agricultura urbana y familiar, de muchos de los otros programas agropecuarios que responden al ministerio de la Agricultura. Se estudiarían y aplicarían los mejores ejemplos productivos actuales del sector agropecuario. Por supuesto, la agricultura del país podría también hacer uso y beneficiarse del desarrollo de las industrias municipales.
Es necesario resaltar la inmensa potencialidad de producción de las familias en la estrategia. Como la agricultura de carácter familiar presenta características diferentes al resto del programa, existe un subtema que proyecta trabajar este sector de manera particular y creativa. Podría convertirse en una de las más importantes tareas para los CDR, FMC, CTC y ANAP y sus organizaciones de base, lo que además de los resultados económicos para las propias familias, comunidades, territorios y el país, fortalecería y elevaría su autoridad y capacidad movilizativa en la comunidad.
El segundo factor de la estrategia son las industrias municipales. El objetivo de este proyecto es acelerar la industrialización local para satisfacer prioritariamente, las necesidades de la agricultura urbana y familiar y aumentar la exportación. Será indispensable la participación (sin interferir) de los correspondientes órganos de la Administración Central del Estado, quienes tendrían la oportunidad de comprobar, apoyar y asegurar en los organismos municipales el cumplimiento de sus directivas nacionales.
Las empresas estatales y sus filiales, las cooperativas urbanas y las empresas privadas producirían en principio para responder a las necesidades de la agricultura urbana de su propio municipio. De acuerdo con sus potencialidades los municipios con mayores capacidades industriales extenderían sus ofertas a otros territorios y a la exportación.
Prevalecería el fortalecer al sector estatal en el municipio. Tendríamos la oportunidad de eliminar las criticadas distorsiones del sistema empresarial estatal y alcanzar las anheladas empresas socialistas de nuevo tipo. Se requeriría ampliar los objetos sociales de las empresas estatales para diversificar las producciones, promover la creación de sus filiales ymipymes, poner en producción las industrias ociosas y otorgar facultades a las Unidades empresariales de base (UEB).
Se fomentaría la positiva experiencia de Economía de Ciclo cerrado, desarrollada por el Polo científico de La Habana. A su vez la Economía Circular y regenerativa, protegería el medio ambiente y nos permitiría extender el ciclo de vida de los productos y crear un valor añadido al repararlos, compartirlos, renovarlos y reciclarlos todas las veces que se pueda hacer.
Las Facultades de Ingeniería de las universidades, las grandes empresas estatales, las entidades de diseño nacional INDI, ONDI, la ANIR, los Politécnicos, la Empresa Nacional de Reciclaje y las sabias experiencias de los obreros y de los productores del campo, pueden contribuir a la elaboración de proyectos o prototipos estándar de los productos que necesita la agricultura urbana, las propias industrias locales y los organismos municipales.
El proceso de desarrollo municipal, se deberá ampliar gradualmente, para darle también respuestas con productos industriales, agropecuarios y nuevas tecnologías a las numerosas y diversas necesidades del turismo, la educación, la cultura, la salud, el deporte, la recreación y a las variadas infraestructuras del territorio, lo que contribuiría gradualmente a disminuir las importaciones. De igual forma, en el caso del turismo se potenciaría el agroturismo y la creación de la infraestructura de servicios extra hotelera, elemento que sin dudas es uno de nuestras grandes debilidades. Y para la exportación.
Para la producción fabril de los sistemas y proyectos estándar con mayor complejidad como: mini y medianas fábricas, laboratorios, talleres, equipamientos se jerarquizarían los encadenamientos con las grandes empresas como la Fabric Aguilar, la 26 de Julio, La KPT y otras, para que puedan ser un renglón exportable.
Un ejemplo de las potencialidades de la cooperación sería la multiplicación de la producción de casas de cultivo tapado, decisivas para producir vegetales durante todo el año. Imaginemos que los especialistas elaboren los proyectos estándar y que con la participación de varios ministerios como el de la industria ligera, las industrias tantograndes como las pequeñas, comiencen a producirlas con calidad completamente o por partes. Podría ser otra producción exportable.
En el programa existe un subtema en la que se expone una larga lista de muchas de las mini y medianas industrias, laboratorios, talleres, equipos, maquinas, instrumentos, accesorios y productos, que necesitaría la Agricultura urbana y familiar y que podrían ser producidas por las industrias cubanas.
Con el concurso de todos, el programa incluye como señala la Constitución, el constituir las preteridas, pero imprescindibles cooperativas urbanas industriales y algo muy significativo, acabar de constituir las incuestionables Cooperativas de Segundo Grado. De igual manera se potenciaría la creación de nuevas empresas privadas industriales urbanas y su inserción en la economía municipal por medio de los encadenamientos. (Sugerimos estudiar la propuesta de creación de las Asociaciones Económicas Mixtas por Sectores municipales
Continúa en las próximas ediciones de Visión
Ernesto Escobar Soto