Callado y concentrado en su labor. Sabio en su oficio y seguro en lo que hacía y en las razones que lo animaban. Útil, decisivo y anónimo su quehacer cotidiano que implicaba, visiblemente, tener siempre sus dedos manchados por la química empleada en el revelado de unas grandes placas fotosensibles que procesaba, luego de recibirlas en un minúsculo cubículo. Esos son mis primeros recuerdos de Aldo Mederos Hernández. Ese fotógrafo, fundador de Prensa Latina y primer experto cubano en recibir radiofotos para la prensa cumple 90 años este 21 de octubre.
Corría el año 1970 y, por esos designios sorprendentes de la vida, yo había sido nombrado Jefe de fotografía de la agencia latinoamericana conocida por sus siglas, PL, uno de cuyos miembros radicaba fuera de su sede del quinto piso del edificio del Retiro Médico, ocupado por el Ministerio de Salud Pública: era Aldo, quien tenía la singular misión de recibir, procesar y encaminar desde el Ministerio de Comunicaciones las radiofotos noticiosas que emitían medios foráneos y podían ser captados del éter, las cuales apoyaban gráficamente lo que publicaba la prensa cubana de aquellos tiempos.
La encomienda parecía sencilla, luego de aprender el procedimiento, que implicaba conocimientos de fotografía, entre otros, pero revestía una responsabilidad incalculable para el común de los profesionales del lente: mas que de su ojo experto, saber la importancia de lo que le llegaba a través del cilindro giratorio que soportaba las grandes placas –que luego él convertía en negativos fotográficos– dependía de su conocimiento político actualizado y de la intencionalidad que éste le proporcionaba.
El pasaba por alto la propaganda publicitaria, a veces enmascarada en noticia internacional, y no gastaba en nada baladí una de aquellas preciosas planchas –de las que se podía luego extraer la plata que era uno de sus componentes—. Lo que Aldo remitía a PL, luego de secado aquel gran negativo, reflejaban acontecimientos relevantes, de mucha actualidad o trascendencia.
A los que estaban al frente del departamento le correspondían hacer la selección final de lo que se imprimiría en “papel brillo” (mediante un proceso no convencional), ponerle un pie de foto adecuado al contenido, y hacerle llegar a los medios impresos las imágenes que al día siguiente graficarían sus páginas internacionales. Cuando era para la televisión, la foto que se enviaría necesitaba otro tipo de papel (mate, sin brillo, para evitar el reflejo de las luces).
Nada de eso hubiera sido posible si el trabajo de Aldo no hubiera sido cien por ciento eficiente, capacidad que luego mostró también como maestro, no solo de jóvenes aprendices. Lo digo con conocimiento, porque yo fui uno de sus eventuales alumnos.
Su labor resultaba muy útil no solo recibiendo radiofotos, algunas de suma trascendencia (a lo que me referiré después), sino también trasmitiéndolas. En muchos de los equipos de prensa que acompañaba a delegaciones del mas alto nivel de Cuba se insertaba Aldo no solo como fotógrafo. Tenía la misión especial de trasmitir radiofotos de las actividades principales de ella, que por lo general los grandes medios internacionales ignoraban en el plano gráfico.
Sin ser yo fotógrafo acreditado, en dos ocasiones también realicé esa labor en ausencia de Aldo, gracias a las instrucciones que me impartió. Fue en otra etapa de mi vida como periodista de la agencia y en coberturas de visitas de Fidel a Quito (1988) y Caracas (1989), en las que no estuvo presente pero sus enseñanzas hicieron posible que PL cumpliera también en ese campo. El fue el encargado de recibirlas.
Con esa tarea Aldo estuvo presente en la Agencia de Información Nacional (hoy Agencia Cubana de Noticias), desde su fundación. El director de ese medio informativo en aquellos primeros tiempos, José (Pepe) Arias, confirma hoy el enorme papel jugado por ese siempre eficiente especialista del entorno gráfico.
La AIN, fundada en 1974, hizo su primera experiencia en trasmisión de “telefoto” (por vía telefónica) en 1976, desde la entidad de comunicaciones de Camagüey, en ocasión de la visita a esa provincia del entonces presidente panameño Omar Torrijos, durante la cual estuvo acompañado por el Comandante en Jefe.
“Fueron momentos de mucha tensión, pero el resultado fue exitoso” , valora el veterano directivo de la prensa cubana. “Y en ello tuvo mucho que ver la profesionalidad de Aldo”, puntualizó.
MOMENTOS INICIALES
Otro veterano y avezado fotógrafo, Jorge Oller, hizo un poco de historia sobre ese mecanismo del que Aldo era el gran maestro: “Pocos meses después de triunfar la Revolución se fundó la Agencia Latinoamericana de Noticias Prensa Latina para contrarrestar las falsedades que emitían sobre Cuba y su Revolución las agencias noticiosas norteamericanas.
“Al principio Prensa Latina enviaba las fotografías por correo a las distintas corresponsalías de América, Europa y Asia hasta que se hicieron los estudios y coordinaciones para establecer un servicio de radiofotos con la agencia TASS, de la antigua Unión Soviética y la ADN, de la República Democrática Alemana. En esos estudios participaron los técnicos en radio del Ministerio de Comunicaciones Fernández, Raúl Gil, Pedro Luis Torres, Viriato Pérez y el fotorreportero de Prensa Latina Aldo Mederos.
“La primera radiofoto de prueba que se transmitió de Moscú a La Habana fue esta fotografia de Laika, la perra cosmonauta, en el mes de octubre de 1961, Debajo la foto de un poni enviada también desde Moscú pero esta vez al Centro de Telecomunicaciones Internacionales (Estación Terrena-Caribe) ubicado en Jaruco, que sirvió para realizar la primera prueba de transmisión de fotografías por satélite hacia nuestro país.
“En octubre de 1961 se recibió la primera prueba de la URSS, se trataba de la imagen de la perrita Laika, que en 1957 viajó alrededor de la tierra en un satélite artificial como parte de los estudios espaciales soviéticos. Para la fecha, Aldo Mederos pasó a trabajar al Ministerio de Comunicaciones como primer técnico de radiofotos en Cuba.
“En enero de 1962, Prensa Latina transmitió la primera radio foto cubana con la imagen del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, captada por el fotógrafo Miguel Lavilla en la entrada del Ministerio de Relaciones Exteriores. Con la transmisión de esta fotografia quedó inaugurada oficialmente la transmisión de radiofotos entre las agencias TASS de Moscú, ADN de Berlín, CTK de Praga y Prensa Latina.
“Prensa Latina no solo transmitía las radiofotos de y desde Cuba a sus abonados, sino que sus técnicos y fotógrafos se desplazaban para transmitir los viajes de Fidel, congresos internacionales, eventos deportivos, desastres o cualquier otro suceso o evento importante.
“En 1971 y durante unos tres años existió un circuito de radiofotos entre los diarios Sierra Maestra (Santiago de Cuba), Adelante (Camagüey), Ahora (Holguín) y Vanguardia (Las Villas), Prensa Latina y el Ministerio de Comunicaciones para la recepción y envío de radiofotos, pero no se hizo mucho uso de ello. Con esta experiencia la AIN (Agencia de Información Nacional) y el Ministerio de Comunicaciones acordaron establecer una línea directa entre la ciudad que tuviera un evento importante y la Central de la AIN en La Habana.
La primera transmisión se hizo el martes 13 de enero de 1976 durante la visita que hicieran el Comandante Fidel Castro y el presidente panameño Omar Torrijos a la ciudad de Camagüey y que fueron publicadas al día siguiente en los medios nacionales”.
ALDO, ANTES, DESPUES Y AHORA
Del relato que me facilitó su hija Silvia resumo: Aldo nació el 21 de Octubre de 1933 en el seno de una familia campesina, el 6to de 14 hermanos, en el Guamajal, Santa Clara. Poco pudo ir a la escuela: a los 9 años comienza a ayudar a su padre en la venta de viandas, frutas y vegetales en la carreta de la familia.
Siendo ya un joven comienza como mandadero del Estudio de fotografía Santiago en Santa Clara y su dueño al ver su interés por la fotografía lo inicia en estas lides y le enseña todo lo referente a este arte que lo cautiva hasta nuestros días.
En 1958 se traslada a la Habana buscando nuevas oportunidades de vida, contrae matrimonio con Olga Engracia Chang Martínez y se instalan en un pequeño cuarto de solar en Luyanó. Es contratado como herrero en la Cía. Gómez y Santana, pero su pasión por la fotografía hace que no la abandone y en sus tiempos libres se dedica a fotografiar bodas, bautizos, cumpleaños, etc.
En 1959 se integra inmediatamente al proceso revolucionario y es autorizado por el Colegio Municipal Foto técnicos Profesionales a reportar cualquier acontecimiento de interés para la prensa. Al integra la recién creada Policía Revolucionaria Nacional es nombrado fotógrafo de ese cuerpo.
En junio de ese mismo año se convierte en fundador de la Agencia Prensa Latina. Allí fue escogido para ser entrenado en la novedosa técnica de Radiofotos proveniente de la URSS, por lo que el 1ro de septiembre de 1961 pasa al Ministerio de Comunicaciones al frente del Departamento de Servicio de Radiofotos.
Aldo ha sido testigo de momentos históricos como fotorreportero en eventos importantes, como la 2da Declaración de La Habana, cuando Cuba fue declarada Territorio Libre de analfabetismo, en innumerables Mesas redondas realizadas en la Lucha por la liberación del niño Elián y otros.
Su conocimiento de la Técnica de Radiofotos los transmitió a un grupo de compañeras: Carmen Juana, Angelita y Caridad, sus muchachitas como las llamaba. Adicionalmente estuvo a cargo de instalar ese servicio en varias provincias, apoyado por los ingenieros en telecomunicaciones Viriato y Gil.
Gracias a la Revolución terminó la secundaria Obrera Campesina y de forma empírica adquirió los conocimientos de esta novedosa técnica la que defendió con un trabajo titulado: Condiciones Técnicas de sincronismo de la recepción y la transmisión, que le valió para alcanzar plaza de Técnico Equipo Radiofacsimil.
En Agosto del 2006 participó en la Exposición Fotográfica y Presentación de Video “Canto a la Vida” Homenaje de los fotógrafos a Fidel Castro por sus 80 años con otros 42 fotógrafos cubanos y 10 extranjeros.
Con la llegada paulatina de las nuevas tecnologías fue cerrado el servicio de Radiofotos y pasó a trabajar en el periódico Granma como fotorreportero hasta su jubilación, aunque después siguió colaborando hasta que su salud se lo permitió.
Aldo tiene la rica trayectoria de un modelo a seguir como profesional de la prensa cubana, a quien desde este espacio FELICITAMOS por sus aportes a la historia del periodismo revolucionario en Cuba.